Las UCRIS claves como alternativas a las UCIS en la atención al paciente con necesidad de ventilación mecánica no invasiva
Permiten ahorrar casi 500.000 euros al año de estancias en UCIS
Esta pandemia ha puesto en jaque el sistema sanitario y sobre todo a las unidades de cuidados intensivos (UCIS) ya que a pesar de que casi todas las unidades del país y en concreto de la Comunidad Valenciana han tenido que duplicar o triplicar su capacidad, esta no ha sido suficiente para tratar a todos los enfermos con fallo respiratorio. Se hizo necesario crear Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS), adaptando tanto el personal como el material necesario para una correcta monitorización y tratamiento.
Según el Consorcio Internacional de infecciones respiratorias agudas e infecciones emergentes (ISARIC) el 20% de los pacientes con COVID-19 ingresan en algún momento de su enfermedad en UCIS o UCRIS porque requieren terapias de soporte ventilatorio como tratamiento de su insuficiencia respiratoria severa.
La Dra. Silvia Ponce, neumóloga del Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia, ha señalado que “los pacientes con neumología por COVID-19, presentan un patrón de distrés respiratorio diferente, con una disociación entre la clínica que presentan y la gravedad de la insuficiencia respiratoria y la percepción de fatiga o disnea que tiene el paciente, por lo que la monitorización de los parámetros respiratorios y la vigilancia en las UCRIS son fundamentales para prevenir la mortalidad y mejorar la supervivencia de estos pacientes”.
Ponce ha recordado que “antes de la pandemia sólo 11 hospitales del territorio español disponía de UCRIS. Con el inicio de la pandemia muchos hospitales tuvieron que adaptar sus salas de neumología en áreas de monitorización y tratamiento con soporte respiratorio no invasivo (UCRIS). El problema al que nos enfrentamos actualmente es que debido a la mejoría de los datos de prevalencia del COVID-19 y la disminución de la presión hospitalaria muchas UCRIS creadas durante la pandemia han sido cerradas o han dejado de mantenerse en muchos hospitales a pesar de demostrarse su eficacia, su efectividad y el ahorro de recursos”.
En este sentido Ponce ha subrayado que “a lo largo de los últimos años se ha podido demostrar que las UCRIS son coste efectivas, en concreto permiten ahorrar casi 500.000 euros al año de estancias en UCIS. Con menos recursos sanitarios, se trata de manera adecuada a pacientes con insuficiencia respiratoria severa mejorando la supervivencia y el control clínico adecuado tanto de los pacientes COVID como pacientes con otras patologías respiratorias que lo requieren”.