Torró pone a Russafa como ejemplo de barrio
La directora general de Vivienda, Rehabilitación y Regeneración Urbana, Rebeca Torró, ha destacado la singularidad e importancia del barrio de Russafa de València, al que ha puesto como ejemplo de "innovación social, lo que ha permitido su reactivación económica, turística y urbana" durante la jornada sobre "Turismo sostenible e identidad mediterránea" que se ha celebrado en este barrio y en el que se ha presentado la guía turística que, a través del IVE y en el marco del proyecto europeo Alter Eco, se han realizado de esta zona.
"Russafa siempre fue un núcleo de población importante que, al ser absorbido por la ciudad de Valencia en el siglo XIX, se transformó hasta convertirse en un barrio vulnerable tanto social como urbanísticamente" ha recordado la directora general que, en cambio, ha incidido en que "este proceso se invirtió como el nuevo siglo, con el efecto combinado de la mejora del entorno urbano y un peculiar fenómeno de innovación social, que ha supuesto la implantación de una actividad económica y multicultural sin precedentes en el barrio".
Durante las jornadas sobre desarrollo sostenible, la directora general, acompañada por la directora del IVE, Begoña Serrano, ha detallado que en la actualidad los dos principales retos de esta zona "son la gentrificación social y la turistificación del barrio, que está provocando la expulsión de muchos de sus vecinos nativos hacia otras zonas del extrarradio de la ciudad", por lo que han analizado durante el encuentro "los motivos que han llevado a que en los últimos años el barrio haya pasado de ser un entorno con bolsas de marginación a ser epicentro del turismo y la gentrificación en la ciudad de València".
Eso sí, Rebeca Torró ha destacado las "señas de identidad y las permanencias históricas" que han demostrado sus vecinos, lo que ha permitido también, tal y como ha apuntado "la reactivación social y sobre todo cultural de la zona, convirtiéndose en uno de los entornos más singulares y con más vida de la ciudad de València".
En este sentido ha explicado que Russafa es el último de los barrios protagonistas de las guías elaborada a través del Instituto Valenciano de la Edificación, IVE, que invitan a "redescubrir la ciudad a través de cuatro rutas diferentes propuestas por cuatro vecinos del barrio con el objetivo de poner de manifiesto que los espacios que se visitan como turistas son los lugares donde vive la ciudadanía nativa, espacios llenos de historias personales, que es lo que los hace únicos e interesantes".
De hecho, Torró ha recordado que el pasado mes de marzo se presentó la guía correspondiente al Cabanyal-Canyameral/El Grau y ayer mismo se llevó cabo la presentación de la correspondiente a Benimaclet. Además, ha anunciado que, una vez finalizadas las guías de València, el proyecto se trasladará también a Gandia, adaptadas a las características del turismo de sol y playa del que también disfruta la Comunitat.
Estas guías han sido cofinanciadas por el programa Interreg Mediterranean en el marco del proyecto Alter Eco liderado por la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, representada a través del Instituto Valenciano de la Edificación y que se pueden consultar en la web clicar ací
Alter Eco, ha añadido Torró, "es un proyecto de innovación europeo, en el que participamos como líderes, junto a otros países del arco norte mediterráneo, en el que proponemos estrategias turísticas alternativas para potenciar el desarrollo sostenible local del turismo promoviendo la identidad mediterránea".
Turismo sostenible
Durante su intervención, la directora general ha subrayado el importante papel que juegan el turismo y la identidad mediterránea "en un contexto en que los desafíos económicos, políticos, sociales y de vivienda están cambiando dramáticamente, como ha quedado de manifiesto en los últimos años en Russafa y en otras zonas céntricas de València como Ciutat Vella", por lo que para la directora general "el turismo no puede verse como el enemigo de nuestras ciudades, sino que tiene que ser percibido como parte de la solución".
"Un modelo de turismo basado en la identidad mediterránea nos ayuda a reconfirmar la importancia de nuestros propias culturas, al mismo tiempo que mejora la comunicación intercultural, respetando otros culturas y profundizando en la comprensión mutua y en la solidaridad entre los diferentes grupos étnicos, religiosos y lingüísticos" ha sentenciado.
