Soberbio estreno de la pirotecnia Vulcano en las Fallas de Valencia

Hay veces que los disparos, al margen de la perfección en la ejecución, sobrepasan la línea roja que diferencia el arte y espectáculo. Ésta sin duda ha sido una de ellas, y no ha sido otro personaje que el público, el que lo ha hecho patente con su ovación.

La clave está probablemente en los detalles. Detalles como la preciosa Real Señera que Jose Luis Giménez Clemente ha sabido dibujar con humos de colores, como la redondez de cada golpe de truenos, o como el elegante diseño de la mascletá, y la sobria realización terrestre, aun sin ser la más potente.
El disparo ha comenzado al más puro estilo brunchuniano, con truenos y sirenas en los principios aéreos, que se iban sucediendo usando en cada uno de ellos un color (amarillo, rojo y azul).

Cada sección iba rematada con un pausado y redondo golpe de truenos. Después, como colofón de la parte aérea, Jose Luis Giménez ha optado por realizar una serie de pasadas digitales rematando con el gran momento del disparo, combinación de los colores usados anteriormente: Una recreación de la Real Señera por todo el perímetro de la plaza, coronada con efectos de humo azul. Estos últimos no se veían excesivamente, pero el cielo del día soleado ha completado la labor.

Ha conseguido con este golpe algo que es raro de ver en la plaza, una ovación al acabar los principios aéreos.

Y así ha dado comienzo el cuerpo terrestre, sobrio, acompañado en todo momento con variedad de efectos y de grupos de traquetas en las primeras retenciones. Las traquetas, al igual que las sirenas en el comienzo, nos han llevado a recordar aquellos disparos históricos de antaño. Y tras un terremoto bien enlazado y creciente, el cierre de la mascletá se ha realizado con una trabajada coreografía digital de diferentes efectos aéreos y truenos eléctricos. El punto final se ha puesto con un contundente cierre aéreo-terrestre ejecutado con total redondez.

Se ha notado que la intención artística ha sido clara, y así se ha materializado, además, sin ningún error en el disparo, sin ningún elemento extraño, y controlando en todo momento el espacio de la plaza. Vulcano no ha venido con la intención de no disparar más veces y a la vista de los resultados esperamos que vuelva a disparar en los años siguientes.