Ribó subraya la voluntad de València de ser "Una ciudad de acogida para dar oportunidad a las personas de comenzar de nuevo una vida digna"
València participa en el programa de acogida Agermanament comunitari valencià, fruto del convenio entre el Ministerio de Inclusión, la Conselleria de Igualdad, ACNUR, Cáritas, Servicio Jesuita a Migrantes y varios municipios valencianos
«Para mí es una profunda satisfacción ver que, poco a poco y de manera sencilla, y avanzando en la colaboración entre instituciones y sociedad, estamos avanzando en una idea para nosotros muy querida: València y la Comunitat Valenciana trabajamos para ser una ciudad refugio, una ciudad de acogida». El alcalde de València, Joan Ribó, ha participado esta mañana, junto a la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, y la secretaria de estado de Migración, Hanna Jalloul, en la presentación del programa de acogida Agermanament comunitari valencià.
«Nos sumamos a esta experiencia piloto y asumimos el compromiso, de ofrecer oportunidades a una serie de familias que han sufrido guerras a veces muy largas, y que han sufrido exilio y hambre, para que puedan comenzar de nuevo en unas condiciones de vida dignas», ha añadido el alcalde de València, quien ha recordado que «hablamos de situaciones difíciles que los valencianos hemos sufrido también a lo largo de la historia en muchas ocasiones». «Y hemos de recordarlo ahora porque nosotros ahora estamos en condiciones de acoger», ha añadido Ribó.
Ribó ha asistido a la presentación de este programa, fruto del convenio entre el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Generalitat Valenciana, a través de la Vicepresidencia y Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en España (ACNUR), y las entidades sociales Servicio Jesuita a Migrantes España, Cáritas Diocesana Orihuela-Alicante, Cáritas Diocesana Segorbe-Castellón y Cáritas Diocesana Valencia para desarrollar en la Comunidad Valenciana una Experiencia Piloto de Patrocinio Comunitario en materia de acogida e integración de personas beneficiarias de protección internacional.
MARCAR UNA DIRECCIÓN DISTINTA DESDE VALÈNCIA
El primer edil ha recordado el caso del «Aquarius» porque fue «una experiencia que canalizó la voluntad de esta comunidad y de este Ayuntamiento de avanzar en una dirección que no es exactamente la que parece se da en estos momentos en la Unión Europea a la que pertenecemos». Por eso, ha subrayado, «desde València queremos marcar una dirección distinta: una dirección que canalice nuestro compromiso y nuestra solidaridad».
El alcalde Joan Ribó ha criticado «la falta de solidaridad del modelo de acogida europeo», y ha apelado a la necesidad de arbitrar sistemas de «protección, apoyo e inclusión de las personas refugiadas: no podemos permitir catástrofes humanitarias como la de Moira (Lesbos, Grecia), donde las condiciones precarias de vulnerabilidad y amontonamiento en las que malvivían las personas en este campo ha acabado en catástrofe», ha subrayado.
El programa, que coordina la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y la Secretaría de Estado de Migración, cuenta con la participación de otros municipios, como Alaquás, Almassora, Calpe y Cocentaina. La presentación de la iniciativa ha contado con la participación de cinco familias sirias procedentes de los campos de personas refugiadas de Líbano.
El objetivo del programa es la promoción de «una mejora cuantitativa y cualitativa de los procesos de acogida e inclusión de las personas refugiadas, así como incrementar el compromiso compartido de las instituciones y administraciones públicas con la sociedad en esta tarea». Las personas beneficiarias de Protección Internacional que hayan sido acogidas en uno de los municipios participantes en esta experiencia piloto serán informadas de sus derechos y obligaciones, así como del esfuerzo que se necesitará de ellas para el logro de los objetivos de adaptación y autonomía, y se fomentará su participación en la toma de decisiones, así como en los encuentros que se puedan realizar para compartir la experiencia.
El programa tiene una vigencia prevista de dos años, y funcionará mediante la acción de grupos locales de Patrocinio Comunitario, integrados por personas voluntarias, e impulsados y coordinados por las entidades titulares del acuerdo de patrocinio (Cáritas y Jesuitas), quienes se encargarán de mantener relación directa con las personas refugiadas que hayan sido acogidas. Tal como establece el programa, cada Proyecto de Acogida e Integración de cada uno de los grupos locales de Patrocino Comunitario se ocupará de cubrir las necesidades básicas de las personas participantes y contará con una vivienda, red social, y estrategia de apoyo para aprender el idioma. Se diseñará un itinerario de formación, con apoyo psicológico, en su caso, y con medidas para facilitar el acceso al empleo, durante, al menos, 18 meses.
Joan Ribó ha concluido subrayado el «compromiso y la voluntad de ayudar de las entidades participantes: estamos preparados para contribuir a proteger a las personas más vulnerables que necesitan desesperadamente refugio, comodidad y seguridad; estamos aquí y preparados para acoger a una parte justa y para cumplir los principios de solidaridad y generosidad, como debían hacer todos los ciudades y países de la Unión Europea», ha concluido.