Ribó apuesta por una recuperación post-pandemia que tenga en cuenta el impacto climático y descarbonización de la ciudad
València asume nuevos compromisos y se suma en la Declaración por el 5º aniversario del Acuerdo de París para descarbonizar las ciudades
El Ayuntamiento ha asumido nuevos compromisos para contener el calentamiento global con la adhesión a una iniciativa que insta a los gobiernos locales “a actuar con firmeza para limitar drásticamente el cambio climático y preservar el planeta”. La Junta de Gobierno aprobará mañana la adhesión de València a la Declaración por el quinto aniversario del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, un hecho que -en palabras del alcalde Joan Ribó- “reafirma la necesidad de descarbonizar las ciudades y establece mecanismos y criterios para acelerar este proceso”.
El alcalde de València, Joan Ribó, se ha hecho eco hoy de la decisión de firmar esta declaración, impulsada en una reunión de responsables municipales convocada por su homóloga de París, Anne Hidalgo, y revalidada también por el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, cinco años después del consenso para reducir las emisiones de efecto invernadero que recoge el mencionado Acuerdo de París, “con el objetivo de poner la acción climática en el centro de todas las decisiones urbanas”. Y con esta premisa, el primer edil ha anunciado que “cada política que impulse el Ayuntamiento tendrá que tener en cuenta el impacto en el cambio climático, y lo tendrá que hacer valorando no solo las emisiones sino como afecta a la equidad entre las personas y los barrios de la ciudad”.
Joan Ribó, que ha vinculado la recuperación post-covid de València a su evolución hacia este modelo de ciudad sostenible y compatible con el carácter mediterráneo”, ha manifestado que “València tiene que ser ambiciosa y exigente consigo misma”, y ha indicado que “hay que trabajar para ser una de las primeras ciudades neutra en carbono”, para, tal como pide el documento, “conseguir el cero limpio en la década de 2040 o antes, de acuerdo los esfuerzos mundiales para limitar el calentamiento a 1,5 °C”.
Según ha explicado, la declaración de alcaldes y alcaldesas, “aboga para atender las preocupaciones de los jóvenes e involucrarlos en la gobernanza de las políticas climáticas, construir nuevas asociaciones con todas las partes interesadas, y establecer planes de acción coordinados entre poblaciones urbanas y rurales para acelerar la transición ecológica del suministro de alimentos”. “En un contexto en que el Parlamento Europeo pide redoblar los esfuerzos contra el cambio climático, la República Popular China anuncia que llegará a la neutralidad del carbono en 2060, y recobramos la confianza de que los Estados Unidos vuelvan al Acuerdo de París, los responsables municipales también reivindicamos la necesidad de impulsar la verdadera justicia climática para proteger a los más vulnerables ante el cambio climático y evitar la pobreza energética”, ha reflexionado el primer edil.
REDUCCIÓN DE LA MOVILIDAD CARBONIZADA Y KILÓMETRO CERO
“Y en València queremos hacer todo este trabajo desde nuestras propias especificidades, pero de la mano de todo el resto de ciudades que han optado para dirigir conjuntamente estas cuestiones, porque los núcleos urbanos, que son un actor fundamental, se han convertido en un espacio privilegiado para articular las políticas de transición a la sostenibilidad, al mismo tiempo que responden a las necesidades reales y cotidianas de la ciudadanía”, ha añadido el alcalde.
De esta manera, Joan Ribó, que ha hablado de “sumar esfuerzos, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda Urbana como base del progreso hacia la descarbonización”, y ha subrayado “las cualidades de València para desarrollar proyectos innovadores que demuestran cuál es el modelo de sociedad que podemos crear con la descarbonización y asumir a tiempo y con responsabilidad las restricciones que nos impone el cambio climático”. Asimismo, el alcalde ha recordado algunos retos como el de acercar la agricultura con la apuesta por los productos de kilómetro cero. Y ha celebrado soluciones concretas que ya se han implementado en la capital del Túria, que es referente en, por ejemplo, la adopción de cambios importantes para reducir la movilidad carbonizada con el impulso de la bicicleta como medio de desplazamiento y del transporte público, a pesar de que en el ámbito metropolitano queda mucho de trabajo para hacer”.
ACCESO A ENERGÍA RENOVABLE PARA TODA LA CIUDADANÍA
“Concretamente, en València hemos desarrollado todo un abanico de iniciativas para contrarrestar el cambio climático a lo largo de los últimos cinco años. Estamos impulsando la transición energética a través de la puesta en marcha de comunidades energéticas locales con energías renovables, acción que supone, entre otras ventajas, no importar combustibles fósiles y generar puestos de trabajo”.
Y hemos avanzado en la renaturalización de la ciudad con propuestas para que toda la ciudadanía tenga un espacio verde de calidad cerca de casa y para recuperar las calles y las plazas para las personas (la de l’Ajuntament, la de Pintor Segrelles..)”, ha apuntado Ribó, quien también ha reparado en el impulso de proyectos europeos como el “Grow Green” (de soluciones basadas en la naturaleza), y el “Match Up” (de energía sostenible y movilidad), así como en la acción de desarrollar una hoja de ruta participativa para la transición energética al proyecto “*Tomorrow”.
En cuanto a los compromisos adquiridos con la nueva declaración de alcaldes y alcaldesas, Joan Ribó ha explicado que València antes de la siguiente COP26 (Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que ha tenido que ser reprogramada por la pandemia, puesto que iba a celebrarse en noviembre) “tendrá que explicar cuáles son los pasos que tomará el Ayuntamiento para conseguir el cero limpio, especialmente en corto y medio plazo y establecer un objetivo intermedio para la década próxima”.
Además, “participará en el “Cities Race to Zero” con una acción climática inclusiva y equitativa que contribuirá a posicionar la ciudad en un camino resiliente en línea con el objetivo de 1,5 ° C del Acuerdo París, e informará anualmente sobre nuestro progreso, empezando a más tardar en 2022”. Por otro lado, con atención a las preocupaciones de los jóvenes y de agentes interesados, la ciudad también “invitará a socios -líderes políticos, directores ejecutivos, sindicados, inversores y la sociedad civil- para unirse en el reconocimiento de la emergencia climática para que ayuden a realizar acciones basadas en la ciencia para superarla”. Y se adoptarán “soluciones basadas en la naturaleza en nuestros planes climáticos, colocando la biodiversidad en el centro de las medidas de mitigación del cambio climático”, y se apoyará a los cambios en las actividades económicas que permitan una reducción más rápida de su huella de carbono”.
Así mismo, el Ayuntamiento se comprometerá con todos los socios públicos y privados para brindar acceso a energía renovable y neutra en carbono para toda la ciudadanía para 2050, y trabajará con los Estados y la comunidad científica internacional para construir nuevos indicadores económicos que midan la deuda ecológica de las actividades económicas basadas en el carbono.
El consistorio valenciano también se compromete a “alentar a los Estados a publicar rápidamente nuevas contribuciones climáticas más ambiciosas, incluida la acción de las ciudades, y a los mayores inversores públicos y privados para que confirmen su compromiso de movilizar 100 mil millones de dólares por año para la mitigación y adaptación climática, incluidos los planes de estímulo verde de apoyo a las ciudades”.
Al enumerar todos los nuevos compromisos municipales, el alcalde de València ha aclarado que el Ayuntamiento firma este acuerdo “porque no quiere abordar esta tarea de forma aislada, para reforzar otros pactos ya subscritos, como el de alcaldes, donde nos comprometimos a reducir las emisiones un 40% para el año 2030”. Por último, consciente de las iniciativas que se están impulsando desde la Comisión Europea para impulsar la neutralidad climática de las ciudades europeas, ha defendido “un futuro más sostenible, pero también más justo, más amable, más solidario y más humano, porque futuro colectivo puede ser un futuro mucho mejor para todas y todos”.