Renata Ávila, en la UPV: “Los medios de comunicación sufren una persecución real y tienen menos libertad que nunca”
“Los medios de comunicación tienen menos libertad que nunca. Sufren una persecución real, incluso en el país en el que presumen de mayor libertad”. Así, con claridad meridiana, se ha expresado esta mañana la abogada y activista guatemalteca Renata Ávila, directora de la ONG Ciudadanía Inteligente, en la jornada internacional Whistleblowing: Tecnología, procedimientos y experiencias, que ha reunido en la Universitat Politècnica de València (UPV) a varios de los alertadores internacionales más prestigiosos del mundo.
En su opinión, “los alertadores deberían ser algo normal. No tendría que ser algo extraordinario que alguien vea un fallo en el sistema y lo reporte. Y tampoco debería serlo que los periodistas hagan periodismo de investigación”, hecho que, a día de hoy, sí lo es, “primero, porque trabajan de un modo precario, no hay dinero para ellos; segundo, porque no hay mecanismos para protegerlos; y tercero, porque las amenazas son más fuertes que nunca”.
Trump, Chelsea Manning y el silencio de la UE sobre Turquía
Como ejemplo evidente de ello, Ávila, que es portavoz y parte del equipo que defiende a Julian Assange y Wikileaks bajo la dirección de Baltasar Garzón, ha denunciado la situación de Chelsea Manning, alertadora de Wikileaks, “una whistleblower que ya había cumplido su sentencia, y Trump la ha vuelto a encarcelar porque quiere que revele más información. Es el parámetro a no seguir. Es una cuestión terrible, porque están criminalizando a Chelsea Manning por segunda vez. Un trato cruel, en confinamiento en solitario, a una persona tan vulnerable, solo demuestra la brutalidad y la falta de democracia que hay hoy en Estados Unidos”.
Pero el problema trasciende del país norteamericano. “Aquí, en Europa, después de pasar un tiempo con una situación realmente buena, el año pasado mataron periodistas, en Malta (Daphne Caruana), en Chequia (Jan Kuciak) ... Debemos preocuparnos, sensibilizar a la sociedad y defender los avances democráticos de Europa. Hay que dejar de deteriorar la situación, circunstancia que empieza porque la Unión Europea no diga nada de lo que está pasando en Turquía, por ejemplo”.
“El whistleblower es una válvula de escape democrático cuando los demás mecanismos fallan”
A nivel legislativo, la directora de Ciudadanía Inteligente ha indicado que “Europa está estrenando una nueva directiva de protección a los whistleblowers (alertadores), que es buena. Vamos a ver cómo se implementa localmente y a desear que haya voluntad política para dotarla de apoyo y recursos suficientes y no se quede sólo en el papel. Estados Unidos, en este aspecto, es muy interesante, porque da hasta recompensas. Si alguien alerta de un gran escándalo de corrupción allí, se queda con un porcentaje del dinero. Es otro tipo de incentivo en el marco de otro tipo de sociedad”.
En cualquier caso, la clave para Ávila es “crear un ecosistema: buena tecnología, voluntad política de las instituciones y, a su vez, conciencia ciudadana. Todos los tecnólogos han enfatizado en que lo más importante es la gente, el apoyo que se le dé al alertador, más que cualquier tecnología muy sofisticada. Hay que tratar a los whistleblowers como héroes y heroínas de nuestra sociedad, no demonizarlos y dejarlos aislados. La labor del alertador es fundamental, una válvula de escape democrático cuando los demás mecanismos fallan”.
Harlo Holmes: “En Estados Unidos, estamos alarmados”
Harlo Holmes, directora de Seguridad de la Newsroom de la Freedom of the Press Foundation, ha incidido en que, “desafortunadamente, la libertad de prensa, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, está decreciendo y siendo atacada. Estamos alarmados. El propio presidente ha amenazado, no sólo a periodistas de investigación, sino incluso a programas televisivos. Estos ataques son constantes y no se producen sólo en los Estados Unidos. Además, ha aumentado considerablemente el número de demandas legales contra periodistas y la gravedad de las mismas”.
“Es algo que nos preocupa muchísimo, y en lo que estamos trabajando activamente para intentar revertir. Lo que estamos intentando hacer en Estados Unidos es impulsar que la gente que está revelando información de interés público tenga un juicio justo y le sea reconocida su contribución”, ha concluido Holmes.
La jornada, organizada por la Cátedra de Transparencia y Gestión de Datos UPV, la Fundación Internacional Baltasar Garzón y la ONG latinoamericana Ciudadanía Inteligente, ha contado, además de Ávila y Holmes, con la participación de otros referentes internacionales en el ámbito como Sacha van Geffen (GreenHost), Joana Varon (Coding Rights), Silvia Vernia (Agencia Valenciana Antifraude), Eduard Martin-Borregon (PODER Colaborativo), Anna Myers (Whistleblowing International Network), Jean-Philippe Fogle (Université Paris Nanterre), Annegret Falger (Whistleblower-Netzwerk), Bruno Galizzi (FIBGAR) y Antonia Ferrer (UPV).