Publican la “Historia de la Pedagogía Amigoniana” desde la epidemia de cólera de 1885 a la actual pandemia del coronavirus
Un libro sobre los valores y método pedagógico del valenciano Luis Amigó, fundador de los terciarios capuchinos
La congregación religiosa de los Terciarios Capuchinos ha publicado el libro “la Historia de la Pedagogía Amigoniana”, obra del religioso Juan Antonio Vives Aguilella, que ofrece a lo largo de diez capítulos, un recorrido por las principales obras de la congregación y de su fundador, el valenciano Luis Amigó, cuyos valores y método pedagógico - centrado en la persona - siguen vigente en constante evolución en países de todo el mundo, especialmente en la atención a personas marginadas o en riesgo de exclusión social.
La obra, impresa en Valencia, inicia su recorrido en 1885 cuando al padre Luis Amigó (Massamagrell, 1854- Godella, 1934), en medio de la “mortífera epidemia de cólera de ese año, se le pasó por la mente la idea de fundar a los amigonianos” y concluye con la pandemia del coronavirus.
En la publicación, el autor, natural de la localidad castellonense de Onda, refleja la “vitalidad” y "creatividad” de la pedagogía amigoniana “que se renueva constantemente” mediante la Universidad Católica Luis Amigó de Colombia, la Oficina de Pastoral para la atención de la Niñez y Familia (OPAM) y la Ong Fundación Amigó así como en “tantas obras repartidas a nivel internacional”.
El libro estudia los acontecimientos pedagógicos “a través de ámbitos de actuación que entrecruzándose en el tiempo permiten un acercamiento más unitario a los distintos y complementarios ambientes en que se ha ido encarnando la pedagogía amignoniana”, según el religioso Juan Antonio Vives que afirma que, “entre los objetivos de la obra, figura también el deseo de resucitar las raíces valencianas en la pedagogía amigoniana”.
En esta “Historia de la Pedagogía Amigoniana”, su autor pone de relieve el pensamiento pedagógico amigoniano y el clásico método terapéutico de la congregación que se centra especialmente para ayudar y acompañar a personas marginadas o en peligro de exclusión social, para lograr su reinserción social.
No obstante, los “variados y múltiples programas y proyectos” de los amigonianos se aplican “no sólo en los distintos centros dedicados a atender niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias en situación de riesgo o de conflicto con la ley -que los amigonianos continúan dirigiendo y gestionando a nivel internacional- sino también en comunidades terapéuticas, en actuaciones abiertas en barrios problemáticos y marginales o en la pastoral parroquial y penitenciaria y también el ámbito de actuación para la recuperación de personas con adicciones así como en colegios de Enseñanza reglada y Formación Profesional.
Así, entre los valores que cita la obra, el autor apunta el “creer ciegamente en la bondad natural de toda persona y, en consecuencia, esperar, aun contra toda esperanza, que ésta –por muy deteriorada que pueda aparecer, en un determinado momento– puede recuperarse” así como “partir del principio de que toda persona tiene, como horizonte supremo de su realización personal la felicidad y que, por lo tanto, toda terapia que se aplique, aun en situaciones complicadas, no puede perder de vista el objetivo de la felicidad”.
Asimismo, destaca el “conocer a las personas por “vía del corazón”, intentando empatizar con ellas, educando, para ello, desde la afectuosa cercanía” y “querer a cada persona en su individualidad y extremar la comprensión, y la compasión con aquellos más desfavorecidos y necesitados de autoestima”. Conforme apunta el autor, “se trata de aplicar, en todo momento, la misericordia evangélica, que debe ser, sin duda, el valor estrella que informe el sentimiento pedagógico amigoniano”.
Congregación de los Terciarios Capuchinos
La congregación de los Religiosos Terciarios Capuchinos, Amigonianos, fue fundada en 1889 por el valenciano Luis Amigó (Massamagrell, 1854- Godella, 1934).
La actual Provincia Luis Amigó nació el 2 de febrero de 1992, tras la supresión de las Provincias de la Inmaculada y del Sagrado Corazón (creadas ambas en 1961) y está formada por 100 religiosos repartidos en 17 comunidades de España, Alemania, Costa de Marfil y Benín.
Igualmente, los terciarios cuentan con la provincia de San José (Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina); la provincia del Buen Pastor (Costa Rica, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Nicaragua, Guatemala); con una delegación general en Filipinas, y con casas en Italia agregadas actualmente a la Curia General.
Actualmente, el carisma y pedagogía amigoniana están asentadas en 35 países entre Terciarios Capuchinos y Terciarias Capuchinas.
El carisma principal de la congregación es la educación de niños y jóvenes, especialmente los que se encuentran marginados. Igualmente, en la diócesis de Valencia la congregación rige y colabora con colegios, entre ellos en la localidad de Massamagrell, y centros para menores o con problemas de adaptación social, y un seminario y centro vocacional en Godella.
Juan Antonio Vives
Juan Antonio Vives Aguilella nació en Onda, provincia de Castellón, en 1948. Es religioso terciario capuchino desde 1966 y sacerdote desde 1973. Es licenciado en Teología por la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), doctor en Teología por el Pontificio Ateneo “Antonianum” de Roma y doctor Honoris Causa en Pedagogía por la Universidad Católica Luis Amigó de Medellín (Colombia).
Juan Antonio Vives es uno de los más notables escritores amigonianos de la historia, que ha publicado obras sobre “personajes tan importantes como Fray Luis Amigó, fundador de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos y otros fundadores de Congregaciones Religiosas”. Ha sido biógrafo de personajes ilustres, escritor de innumerables artículos, conferencista, e historiador de las Congregaciones Amigonianas.