La Policía Nacional detiene a dos mujeres por sustraer joyas en dos viviendas de Valencia y Alzira
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos mujeres de 26 y 49 años, de origen argelino y español, respectivamente, como presuntas autoras de sendos delitos de hurto. Según se desprende de las investigaciones, ambas mujeres habrían aprovechado su trabajo en domicilios realizando labores de limpieza, para apoderarse la primera de ellas de un reloj de la marca Rolex valorado en 6.000 euros y la otra de varias joyas por un valor de 5.000 euros, para posteriormente venderlas en establecimientos de compra-venta de oro.
En Valencia
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los policías de que el propietario de en una vivienda situada en el distrito valenciano de Centro, había echado en falta una reloj de oro de la marca Rolex valorado en unos 6.000 euros.
Los agentes averiguaron que en ese domicilio trabajaba una ciudadana argelina, que había realizado una venta de un reloj en un establecimiento de compra-venta de oro de la capital, por lo que se personaron en el local y comprobaron que se trataba de un reloj de oro de la marca Rolex, que fue reconocido por el perjudicado como de su propiedad.
Los investigadores localizaron y arrestaron ayer por la mañana a la sospechosa, imputándole un delito de hurto.
En Alzira
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes, de que en un domicilio de la localidad habían desaparecido una serie de joyas valoradas en unos 5.000 euros, entre las que se encontraban una cadena de oro, dos sortijas de oro, dos pulseras de oro y unos pendientes.
Los policías averiguaron que en ese domicilio trabajaba una mujer realizando funciones de limpieza, así como que había realizado varias ventas de joyas en un establecimiento de compra-venta de oro, que fueron reconocidas por la propietaria de la vivienda como de su propiedad, por lo que la sospechosa, una mujer española de 49 años, fue localizada y detenida ayer como presunta autora de un delito de hurto.
Las arrestadas, que carecían de antecedentes policiales, fueron puestas en libertad una vez se las tomó declaración, con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para ello sean requeridas.