6 planes diferentes para conocer Valencia
La tercera ciudad más grande de España, la soleada Valencia, no tiene rival en lo que a ofrecer experiencias para todo tipo de visitantes se refiere. A lo largo de sus más de 2,000 años de historia, la ciudad se ha ido moldeando por constructores visionarios, desde los romanos que llegaron aquí por primera vez en el año 138 a.C., hasta los arquitectos contemporáneos que han usado la ciudad como lienzo para su creatividad con instalaciones futuristas. Además, Valencia cuenta con algunos de los hoteles más exclusivos del país, como los de la marca NH Collection, ideales para dar un toque de glamour y comodidad a tu estancia. ¿Te animas a conocer la ciudad? Reserva en uno de estos hoteles en Valencia para tus próximas vacaciones e inspírate con los planes que te proponemos para sacar el máximo partido a tu visita. ¡Te encantará!
1. Dale un nuevo sentido a la palabra almuerzo
En casi toda España se identifica la palabra almuerzo con la comida principal del día, pero en Valencia es algo completamente diferente. También llamado esmorzaret en valenciano, el almuerzo es un contundente segundo desayuno que se toma alrededor de las 11. El protagonista es un gigantesco bocadillo, acompañado de cacahuetes, aceitunas y una cerveza, aunque el vino con agua con gas también es tradicional. Termina con un cremaet, un café con ron flameado, limón y canela.
Históricamente, esta memorable comida ayudaba a los trabajadores a cargarse de energía antes de un duro día de trabajo. Hoy en día, es una tradición que se sigue conservando, y parte de su encanto es que, independientemente de la edad, género o profesión, todos se arremangan para disfrutar de un buen bocadillo. ¿Quieres unirte? Dirígete a La Pérgola y pide el superbombón, o ve a Nuevo Oslo, en el oeste de Valencia, donde el dueño, Raúl, respalda su afirmación de ser el "rey del almuerzo" repartiendo coronas de plástico.
2. Visita el lugar de nacimiento de la paella
Al sur del centro de Valencia, el Parque Natural de la Albufera es el lugar donde nació la paella. Aquí, los arrozales rodean una laguna de agua dulce de 27 km² de la cual los antepasados de los valencianos utilizaron los ingredientes que tenían a mano para elaborar el que se ha convertido en el plato patrio por excelencia: arroz, conejo, pollo, garrofón (judías blancas) y, a veces, caracoles. Esa es la auténtica paella valenciana; cualquier otra combinación es "arroz con cosas". ¿Quieres probarla? Reserva con antelación la galardonada paella de la casa en Bon Aire y pide una mesa en la terraza para disfrutar de vistas a los arrozales.
3. Relájate en un oasis urbano
Escondido de las multitudes, pero aún a poca distancia a pie del céntrico Barrio del Carmen, el Jardín Botánico es un oasis verde ideal para paseos matutinos o caminatas vespertinas en noches cálidas (está abierto hasta las 8 p.m.). Las raíces de esta institución se remontan al siglo XVI. Encontró su hogar permanente en el sitio actual en 1802, y en el siglo XIX se impartían aquí clases de educación botánica, antes de que cayera en desuso. Un proyecto de recuperación de 10 años se completó en el año 2000, rehabilitando características antiguas y agregando nuevas atracciones, como los grandes invernaderos de orquídeas y helechos.
4. Disfruta las vistas desde el campanario de la catedral
La mayoría de las personas que visitan la Catedral de Valencia lo hacen para ver la copa de ágata de la época romana que se dice ser el Santo Grial, o los ricos frescos de estilo italiano. Pero hay otra forma de experimentar esta obra maestra del siglo XIII: subiendo los 207 escalones de su campanario. La escalera de caracol te lleva a una terraza con vistas fabulosas (de hecho23., si te pones de puntillas, puedes vislumbrar el mar). Como su propio nombre indica, en el campanario encontrarás la campana de 7,5 toneladas llamada El Miguelete, que suena cada hora. Como puedes imaginar, es increíblemente ruidosa, pero es un espectáculo verla en funcionamiento. Te aconsejamos llegar temprano para evitar las colas y llevar dinero en efectivo para acceder a la torre, que cuesta 2,50 €.
5. Recorre en bicicleta el parque urbano más grande de España
Una de las principales razones por las que Valencia parece tan verde y espaciosa es el espectacular Jardín del Turia, una cinta de 9 km de parque exuberante que se extiende desde la ciudad hasta el mar. La mejor manera de disfrutarlo es en bicicleta: entra al parque desde cualquier punto del centro de la ciudad y dirígete hacia el sureste, en dirección al océano. Pedalea pasando la Ciudad de las Artes y las Ciencias y sigue hasta la Playa de la Patacona, donde encontrarás La Más Bonita, un café bohemio con una terraza perfecta para relajarte frente al mar.
6. Explora las joyas arquitectónicas de la ciudad
La atracción más fotogénica de Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es una parada imprescindible para cualquier visitante. Ocupando una franja de 1,5 km del antiguo cauce del río Turia, el complejo es en su mayoría obra del famoso arquitecto local Santiago Calatrava. Aunque el proyecto ha generado su cuota de controversia debido a los sobrecostes y algunos problemas de diseño, sigue siendo algo asombroso y está orientado a toda la familia. Si te gusta el estilo arquitectónico de Calatrava, puedes buscar sus edificios menos conocidos, como la estación de metro Alameda, de 1995. Completada tres años antes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, las fluidas formas características y los brillantes azulejos trencadís delatan claramente que es una obra del maestro.
