Personal investigador de la UV y la UPV evalúa el impacto del cambio climático en la productividad de las aves
Temperaturas más cálidas y lluvias torrenciales pueden comprometer la conservación del carricerín real en España
Personal investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València y del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València ha evaluado los efectos del cambio climático en la productividad de dos especies de aves paseriformes. Los resultados revelan que eventos meteorológicos extremos como temperaturas cada vez más cálidas y mayor frecuencia de lluvias torrenciales podrían comprometer la conservación de las poblaciones de estas aves.
El trabajo, publicado en la revista científica Bird Study, forma parte de la tesis doctoral que Pau Lucio, profesor asociado del Departamento de Ciencia Animal en el Campus de Gandia, desarrolla entre la UPV y el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València.
Las dos especies estudiadas han sido el carricerín real (Acrocephalus melanopogon) y el carricero común (Acrocephalus scirpaceus), ambas vinculadas a los humedales del litoral mediterráneo.
El carricerín real es residente/migrante de corta distancia y está catalogado como “vulnerable” en el Libro Rojo de las Aves de España (2021) dada su disminución poblacional durante los últimos años. España alberga la mayor población de esta especie en toda Europa occidental.
En cambio, el carricero común, más generalista en cuanto a sus preferencias de hábitat, es un ave migradora de larga distancia (visita los humedales españoles durante la época reproductora y pasa el invierno en África) y su estado de conservación está definido como de “preocupación menor”, ya que se encuentra ampliamente distribuido por todo el continente europeo.
Anillamiento científico
Según Pau Lucio, el objetivo de la investigación ha sido comprender en qué medida diferentes factores climáticos y/o geográficos están afectando a la productividad, es decir, a la relación entre el número de individuos juveniles nacidos un determinado año y el número de adultos de ambas especies, utilizando para ello una gran base de datos con 25 años de anillamientos en los humedales españoles. “En concreto, hemos utilizado los datos del programa de anillamiento científico para el seguimiento de las especies de aves reproductoras en España (PASER) entre los años 1995 y 2021”, añade Pau Lucio.
Efecto de los eventos climáticos extremos
El estudio concluye que una precipitación acumulada de hasta aproximadamente 100 mm favorece la productividad del carricerín real, y las precipitaciones superiores a este umbral perjudican la reproducción de la especie. En cuanto a las temperaturas, el equipo de la UPV y de la UV ha observado que valores elevados tienen un efecto negativo.
Por el contrario, la temperatura tuvo un efecto positivo sobre la productividad del carricero común, mientras que la lluvia casi no tuvo efecto, aunque la productividad también alcanzó su punto máximo cuando las precipitaciones se acercaron a los 100 mm.
“Las temperaturas más cálidas y una mayor frecuencia de lluvias torrenciales pueden comprometer la conservación del carricerín real en España debido al efecto adverso de ambos elementos sobre su productividad. Por el contrario, el aumento de las temperaturas puede beneficiar al carricero común”, señala Virginia Garófano, investigadora del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) del Campus de Gandia de la UPV.
Así, el estudio concluye que, dada la situación actual de emergencia climática, es probable que las poblaciones de carricerín real disminuyan, mientras que las poblaciones de carricero común podrían aumentar. Sin embargo, son necesarios más trabajos para establecer el impacto específico del cambio climático en la supervivencia y sus implicaciones para las tendencias y dinámicas poblacionales de estas dos especies.
Periodos climáticamente sensibles
Uno de los principales avances de este trabajo ha sido poder utilizar una gran base de datos con gran distribución espacial y temporal y además poder investigar el período específico (ventana de tiempo) en el que las variables climáticas tienen el impacto más significativo en la productividad, para definir así períodos climáticamente sensibles teniendo en cuenta las variables espaciales (sitio, longitud, latitud y elevación) y los cambios temporales (año).
“Este avance en la modelación ecológica de las tendencias en las poblaciones de aves ha sido posible gracias al uso de técnicas de modelación de datos complejos como el data mining, técnicas de aprendizaje automático y el uso de algoritmos genéticos en la optimización de los modelos”, señala Rafael Muñoz-Mas, investigador también vinculado al IGIC de la UPV y coautor del estudio.