El periodista Ramón Lobo repasa su trayectoria como corresponsal de guerra
El periodista y escritor español Ramón Lobo repasó su trayectoria como corresponsal de guerra para el diario El País y habló de las distintas anécdotas y experiencias que ha vivido a lo largo de su dilatado trayecto como comunicador, en la conferencia El Sud del mitjans de comunicació celebrada en la Facultad de Filología de la Universidad de Valencia y que organizó la Unió de Periodistes Valencians.
Lobo, que desde que en agosto de 1992 entró a formar parte de la sección Internacional de El País ha estado presente en diversos conflictos entre los que destacan Serbia y Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Irak, Haití o el Congo, afirmó que a lo largo de su trayectoria ha intentado interpretar con la mayor exactitud posible las distintas disputas a las que ha asistido y aseguró que para ser un buen corresponsal de guerra es vital “salir a la calle y sacarse las manos de los bolsillos para poder tocar la realidad”. Para ello, apuntó que “la maña y los trucos de buen periodista” son esenciales para adaptarse a entornos complicados y acceder a lugares controvertidos, para poder informar así, verazmente acerca de todo lo que ocurre en ellos.
Recordó Lobo que el trabajo de un corresponsal de guerra es ilustrar los conflictos a través de historias cercanas que hagan que los lectores “enfaticen y se interesen” por el problema del que se habla. El periodista destacó que él siempre ha intentado escribir historias atractivas, que a él le hubieran gustado leer. A la hora de escribir, Lobo afirmó que en determinadas ocasiones, cuando le han faltado palabras, ha tenido que “tirar de contexto”, como cuando en un reportaje sobre el mercado de los ladrones de Bagdad logró contar la derrota de los Estados Unidos en ese país a través de dos vídeos que contextuaban el conflicto.
Mientras que algunos periodistas preparan mucho los viajes cuando van ha realizar un reportaje, él “necesita de la sorpresa” para ser capaz de transmitir con mayor profundidad el conflicto, afirmó. El periodista lamentó que antes se disponía de tres meses para realizar un reportaje, lo que permitía informarse mejor y ofrecer un tratamiento más fiable de las fuentes, pero “hoy en día los periodistas apenas disponen de tres semanas para contar un conflicto”.
Ramón Lobo es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado en numerosos medios de comunicación como Radio Intercontinental, El Heraldo de Aragón, Radio 80, Actual, La Voz de América, Expansión, Cinco Días, La Gaceta de los Negocios y El Sol. Desde agosto de 1992 hasta 2012 trabajó como redactor de la sección de Internacional del diario El País. En 2001, recibió el XVIII Premio de periodismo Cirilo Rodríguez, otorgado por la Asociación de la Prensa de Segovia, y ha dirigido el Curso de Verano de la Universidad Rey Juan Carlos Los testigos incómodos: reporteros en una zona de conflictos.
Lobo también reflexionó sobre la influencia de las nuevas tecnologías, donde manifestó que, aunque con la llegada de Internet “se pierde romanticismo e intimidad”, la transmisión desde los lugares de conflicto se ha vuelto mucho más sencilla. “Antes teníamos muchos problemas para enviar los reportajes a tiempo a las redacciones, sobre todo en los lugares que carecían de una conexión electrónica”, recordó. Para el periodista, la mayor ventaja de Internet es que si no hay valentía en los periódicos tradicionales para apostar por determinados reportajes, “éstos pueden encontrase en otros lugares”.
Ante las voces que abogan por la desaparición del periodismo, Lobo quiso esclarecer que los periodistas seguirán siendo vitales a la hora de “jerarquizar la realidad y separar todo el ruido provocado por Internet de los hechos verídicos”. En su opinión, no es el periodismo el que está en crisis, sino su industria, ya que los valores intrínsecos de la profesión “forman parte de la democracia ciudadana”, por lo que los periodistas deben continuar con su misión social en favor de los ciudadanos.