¿Qué pasa con los patinetes eléctricos de alquiler en Valencia?

Los patinetes eléctricos en Valencia se han convertido en una imagen corriente desde hace unos meses. No es extraño cruzarse con decenas de ellos cuando uno pasea por la ciudad. Y era cuestión de tiempo que se le sacará rentabilidad a esta nueva y extendida forma de desplazarse como ya ha sucedido con las motos eléctricas.

Así, desde hace unos días, un nuevo 'mobiliario' ocupa las calles de la ciudad, o más bien ocupaba. Porque el Ayuntamiento de Valencia ha decidido poner coto a Lime, la empresa estadounidense (participada por Uber) que ha lanzado la oferta de patinetes eléctricos Lime-S.

La mecánica es bien sencilla: uno coge uno de estos patinetes, que no tienen estación fija, y lo entrega donde uno quiere. Un alquiler que sale por unos diez euros y que recuerda -por la mecánica de funcionamiento- a las motos eléctricas de compañías como Muving, que llevan funcionando en la ciudad desde hace ya tiempo.

La diferencia entre ambas compañías es que, en el caso de Lime, no cuenta con los permisos para operar. Es por este motivo que la aventura ha durado poco: este miércoles hemos asistido al último capítulo de una serie de desencuentros entre Ayuntamiento y empresa hasta llegar a la retirada de los patinetes que se ha hecho efectiva esta mañana.

De este modo, la Policía Local ha comenzado a retirar los patinetes eléctricos después de que el Ayuntamiento requiriera a la empresa de alquiler a hacerlo de forma voluntaria por ocupar la vía pública sin licencia. Los agentes se han incautado esta mañana de nueve unidades en el paseo Marítimo y han continuado la operación en la plaza de la Reina.

Las multas por ocupación del espacio público son de 750 euros, a lo que hay que añadir las tasas en concepto de recogida y transporte por cada intervención: "El espacio público es de todos y todos hemos de respetar las normas", ha asegurado el alcalde, Joan Ribó, quien ha defendido, no obstante, la movilidad sostenible en la ciudad así como el uso del patinete.

El lunes la Policía Local instó a Lime a retirar las 200 unidades desplegadas por la ciudad, puesto que incumplía y vulneraba el artículo 12 de la ordenanza de dominio público, "que exige autorización municipal a cualquier empresa que quiera llevar a cabo una explotación económica en la vía pública". La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, entiende que "tras esa primera comunicación se iba a proceder a la retirada voluntaria", pero al no ser así, "nos hemos vuelto a poner en contacto con la empresa para informarles de que hemos iniciado su incautación".

La situación se ha vuelto más rocambolesca en la plaza de la Reina cuando los agentes estaban en plena operación y trabajadores de la compañía se han desplazado hasta allí. En un primer momento parecía que su intención era recoger los patinetes pero, seguidamente, los volvían a dejar en la acera.

Ante esta situación, Menguzzato ha "lamentado la actitud poco colaboradora de la empresa" y ha señalado que "se ha levantado acta de denuncia y la sanción es de 750 euros por espacio ocupado", a los que hay que añadir las tasas en concepto de recogida y transporte por cada intervención.

Sobre la actual ordenanza de movilidad, cabe recordar que es del año 2011, tiempo en que no existían los patinetes eléctricos. "La tecnología en muchas ocasiones va bastante más rápido que nuestras normativas", de ahí la nueva ordenanza de movilidad en la que está trabajando el Ayuntamiento.

Menguzzato también ha apuntado que existen diferencias entre las empresas de alquiler de motos y las de patinetes eléctricos, ya que "las reglas de uso de la motocicleta están muy claras en la ordenanza vigente de circulación".