La parroquia Nuestra Señora de África abre sus puertas en Valencia para celebrar la “vivacidad, dinamismo y autenticidad de la fe africana”
Con un sacerdote senegalés al frente, la nueva parroquia personal ha sido erigida por el Arzobispo
La parroquia personal erigida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, para la comunidad católica africana en la diócesis valentina tiene como misión para celebrar "la vivacidad, el dinamismo y la autenticidad de la fe africana con nuestros diferentes matices culturales ricos y variados”, ha expresado su responsable, el sacerdote senegalés Diagne Jean François Abdou.
La nueva parroquia personal, erigida el pasado mes de febrero bajo la advocación de Nuestra Señora de África, funcionará como parroquia autónoma con sus catequesis, reuniones y misas, que comenzarán a celebrarse cuando las disposiciones sanitarias lo permitan y se oficiarán en francés, los sábados por la tarde, y en inglés, los domingos a mediodía, los dos idiomas que habla la mayoría de residentes africanos.
La parroquia Nuestra Señora de África, que cuenta con instrumentos pastorales y jurídicos propios, está ubicada en el templo de San Mateo Apóstol y Evangelista, en la Avenida Doctor Waksman, 22, de Valencia, pero su extensión va más allá ya que, al ser una parroquia personal cubre toda la diócesis de Valencia.
A partir de ahora se regirá por la normativa del Código de Derecho Canónico y por la legislación particular de la diócesis valentina y, como todas las parroquias, tendrá un archivo parroquial, libros de bautismos, matrimonios, confirmación y exequias, y presentará anualmente el balance de cuentas.
“Nuestro Arzobispo manifiesta así su atención a la comunidad africana”
El sacerdote responsable de la nueva parroquia ha expresado su “sincera gratitud hacia nuestro Arzobispo por su cuidado pastoral” ya que “al crear esta parroquia, nuestro Arzobispo manifiesta, una vez más, la atención que presta a la comunidad africana en la diócesis de Valencia como también con las numerosas becas para estudios religiosos que se otorgan cada año a los sacerdotes africanos de diversos orígenes”.
Diagne Jean François Abdou, misionero de la Congregación del Espíritu Santo, lleva en España desde enero del pasado año y actualmente está realizando el doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Católica de Valencia (UCV), estudios que compagina con su labor pastoral al frente de la parroquia personal.
“Hoy el Señor nos asigna una nueva misión: mostrar la vivacidad, el dinamismo y la autenticidad de la fe africana con nuestras diferentes culturales ricos y variados”, ha comentado el padre Jean François quien, por el momento, y dada la situación del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, está ayudando en su labor pastoral al párroco de San Mateo, Antonio Díaz Tortajada, y conociendo a la feligresía.
Tal como ha manifestado, “todos estamos llamados a formar una comunidad donde sea que estemos, sabiendo que la parroquia personal cubre toda la extensión de la diócesis. Y todos estamos llamados a registrarnos y manifestarnos en la organización general del trabajo pastoral, en particular con la colaboración de todos los sacerdotes y monjas de África presentes en la Archidiócesis”.
Otras parroquias personales: chinos, polacos y ucranianos
La parroquia Nuestra Señora de África se suma al conjunto de parroquias personales que atienden espiritualmente y acogen a comunidades católicas de extranjeros residentes en Valencia, como los chinos, polacos y ucranianos.
Una parroquia personal no tiene un área geográfica definida sino que está compuesta por católicos que siguen un rito o estilo de celebración en particular, hablan un idioma diferente, son de una misma nacionalidad u otras razones, y su pastoral se encomienda a un párroco bajo la autoridad del Obispo diocesano.
La mayoría de parroquias personales se dedican a los emigrantes y responden al criterio de la lengua o la nacionalidad aunque también puede haber parroquias personales para estudiantes universitarios, castrenses, para reclusos, nómadas, etc.
El Obispo las erige donde convenga, estableciendo los criterios que determinan la adscripción de los fieles a esa parroquia, previa consulta al consejo presbiteral, y en el decreto de erección se establece igualmente si la jurisdicción del párroco personal sobre los fieles es exclusiva o cumulativa con los párrocos del territorio.