El Museo de la Ciudad acoge una exposición de Rubén Tortosa que combina óleo con imágenes digitales
El visitante puede participar en la muestra dejando su silueta dibujada en la pared
El visitante es recibido, a su llegada, por una instalación interactiva, diseñada por el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros, Miguel Sánchez. Al entrar en la sala, un ordenador detecta al huésped, digitaliza su silueta y manda la orden a un mecanismo instalado en la pared que, inmediatamente, dibuja la forma en la pared. Así, quienes acudan a ver la exposición acabarán siendo parte de ella.
Rubén Tortosa ha llamado a este montaje interactivo “Les dessins automatiques”, en alusión a uno dibujos de 1925 de André Masson, un artista francés, amante del surrealismo, que se tapó los ojos con una venda y comenzó a dibujar. Eso es lo que Tortosa quería captar, la idea de un tejido de líneas que se ha formado casualmente.
Parte del proceso de elaboración de las obras de este vecino de Moixent busca profundizar en el concepto de espera, tal y como ya hizo en su día Samuel Beckett en “Esperando a Godot”, donde los personajes aguardan algo que jamás se va a producir. Pero la espera de Rubén Tortosa no es tediosa o aburrida, sino aceptada en la positividad de que algo va a suceder.
En los lienzos de este artista valenciano las capas se superponen y confieren a la obra una alusión a una dimensión temporal que transmite cierto aire nostálgico. Son como ventanas a un bosque lleno de ramas que se mueven y balancean.
La Concejal de Cultura, María Irene Beneyto, ha calificado la muestra de “fascinante” y ha destacado el soporte utilizado para desarrollar estas obras. Finos lienzos “que recuerdan a un panel japonés, óleos no enmarcados para que guarden esa forma tan maravillosa”.
También ha hecho referencia al “brillante currículum” de este artista valenciano, que ha participado en exposiciones nacionales e internacionales “y ha trabajado con destacadas personalidades artísticas vinculadas a las nuevas tecnologías desde 1987”.