Monseñor Mario Iceta destaca el “valor terapéutico de la trascendencia y la necesidad del acompañamiento a las personas que sufren”
En la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia, presidido hoy por el cardenal arzobispo de Valencia
El Tribunal Eclesiástico de Valencia ha celebrado hoy la apertura del Año Judicial, presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la que ha pronunciado la lección magistral el obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, sobre la “Respuesta desde la familia al desafío de la enfermedad y el sufrimiento”.
Monseñor Iceta, que ha abordado “cómo acompañar a las familias en situaciones de enfermedad”, ha explicado las diferencias entre dolor y sufrimiento, y ha profundizado en el origen y el sentido del mal, del dolor y del sufrimiento, y “cómo aprender a gestionarlo” porque “dolor y sufrimiento, alegría y placer son compañeros inseparables de la existencia”.
Según el obispo de Bilbao, ante las personas que sufren, “la Iglesia ha dado la respuesta durante dos mil años, al igual que centenares de órdenes religiosas” y ha destacado los cuidados paliativos como una “nueva filosofía del curar y del cuidar, con un cuidado integral”.
“El dolor físico se puede aliviar y suprimir con la sedación paliativa -o profunda- pero lo más complicado es aliviar el sufrimiento, que es algo más profundo porque alcanza al corazón del ser humano y que puede surgir ante el sentimiento de soledad o de desesperanza”.
Por ello, ante el sufrimiento se necesita “calor humano y acompañamiento, dedicar tiempo a estar disponible al otro”. Igualmente, ha destacado “el valor terapéutico de la trascendencia, la necesidad de abrir la respuesta a lo trascendente, a un Dios que no es indiferente al sufrimiento humano” y ha propuesto, como respuesta, el documento de la Conferencia Episcopal Española “Sembradores de Esperanza: Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de la vida”.
“Somos personas, no sólo individuos, y eso significa que estamos constitutivamente vueltos hacia los demás”, según monseñor Iceta, que asegura que “lo que nos hace humanos es la interrelación entre nosotros y eso es lo que teje una sociedad”. Así, “la vida tiene sentido cuando se concibe en relación a los demás”.
Asimismo, el obispo de Bilbao ha explicado cómo el pensamiento actual concibe y encaja el dolor y el sufrimiento. Así, entre los pensamientos de nuestra cultura actual, figura el “pensamiento liberal radical” que dice que la libertad es un valor absoluto y es lícito lo que libremente es querido. Por ejemplo, “ahora está muy de moda con el debate del fin de la vida, porque para este pensamiento, el dolor y sufrimiento es un sinsentido, porque limita tu libertad”.
De igual forma, este pensamiento “se mezcla con el utilitarismo” y ha recordado que, al respecto, el Papa habla mucho de “la cultura del descarte”. En este sentido, “aquellas personas que se considera que ya no tienen una utilidad social, son descartadas porque ya no son útiles”. Frente a ello, “el ser humano es mucho más que su propia utilidad, es un don y un bien en sí mismo”.
Igualmente, ha citado el pensamiento que abarca la bioética, “donde el factor discriminante del ser humano es la capacidad de sentir bienestar o dolor, lo que justificaría la eliminación de individuos en los que el sufrimiento es mayor que el bienestar, o intervenciones incluso a costa de suprimir la vida humana para eliminar el sufrimiento”. Asimismo, ha indicado que “lo importante es buscar el sentido al sufrimiento y ayudar a las personas a buscar el sentido a las contradicciones de la vida y acudir a la trascendencia porque nuestra vida está hecha para Dios”.
Monseñor Mario Iceta ha destacado la importancia de fomentar la cultura del respeto y promoción de la vida humana porque “tu vida enriquece mi existencia”. El papa Benedicto XVI “decía que la grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre; una sociedad que no logra aceptar y acoger a los que sufren no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido”.
Finalmente, ha recordado palabras del papa Francisco al asegurar que “es importante que el médico no pierda de vista la singularidad de cada paciente, con su dignidad y fragilidad, rechazando la tentación de utilizar la medicina para apoyar una posible voluntad de morir del paciente, proporcionando ayuda al suicidio causando directamente su muerte por la eutanasia”. Al respecto, el Papa dice que “son formas apresuradas de tratar opciones, que no son, como podría parecer, una expresión de la libertad de la persona, cuando incluyen el descarte del enfermo frente a una petición”.
“Lo que hace al ser humano grande es esa capacidad de compartir el sufrimiento, de aliviar, proteger y acompañar, en los momentos de dificultad, al enfermo, a las familias y a los que pueden considerarse ´descartados` de la sociedad, que son un don para todos nosotros”.
Por último, monseñor Iceta ha elogiado el trabajo “exitoso” del Servicio de Acompañamiento y Mediación (SAMIC) del Tribunal Eclesiástico de Valencia que “ayuda en momentos de dolor a matrimonios”, un Servicio “que pondremos en marcha en otras diócesis”.
El cardenal Cañizares anuncia la puesta en marcha de la Oficina de Protección del Menor
En la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia el cardenal Antonio Cañizares ha anunciado la creación en la Archidiócesis de la Oficina de Protección del Menor “dando fiel cumplimiento del mandato contenido en la carta apostólica del papa Francisco ´Vos estis lux mundi` del 7 de mayo de 2019”.
En su intervención, el Arzobispo ha agradecido, por parte de toda la Provincia Eclesiástica, “la labor de todas las personas que desempeñan funciones, oficios, servicios y ministerios en nuestros Tribunales Eclesiásticos diocesanos, y a los que han centrado sus esfuerzos en lograr una mejora en la calidad de la administración de la Justicia en nuestra Provincia Eclesiástica”.
Así, ha recordado la petición que realizó el Papa en la inauguración del Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana, “en la que nos pidió hacer examen de conciencia sobre si al juzgar hemos estado cerca de los corazones de la gente y si hemos abierto el corazón a la gratuidad o hemos sido presa de intereses comerciales”.
En la misma línea, el Arzobispo ha asegurado que “mi compromiso es que se cumplan estos deseos expresados por el Papa” y por ello ha felicitado “la brillante trayectoria” del Servicio de Acompañamiento y Mediación Intrajudicial Canónica (SAMIC) que hoy ha sido erigido formalmente en nuestra Archidiócesis bajo la intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret.
Respecto al SAMIC, el titular de la Archidiócesis ha explicado que “con él también estamos desarrollando el deseo del Papa”, es decir, “acercarnos, como Iglesia, a parejas heridas para calmar y sanar, porque la Iglesia nunca es ajena a los que sufren”.
Al mismo tiempo, ha destacado la necesidad de “poner los medios para que los fieles tengan toda la información y conseguir que a las personas que pasan necesidad y piden ayuda a la Iglesia, se les trate con absoluta gratuidad y con la misma celeridad y calidad que al resto”.
Además, el Cardenal ha indicado que los Tribunales Eclesiásticos de nuestra diócesis “están llamados a participar activamente en el Sínodo -convocado para profundizar y fortalecer la renovación de nuestra iglesia diocesana- porque la Pastoral del Matrimonio y la Familia y la Vida quedaría incompleta sin la aportación de vuestra sabiduría y experiencia”.
Sobre la lección magistral impartida por monseñor Iceta, el Arzobispo de Valencia ha apuntado que sus palabras “nos han dado luz a todos, especialmente a los que vais a tomar decisiones y a acompañar en el sufrimiento y en la enfermedad a personas que, en esos momentos de debilidad necesitan, más que nunca, el amor y la caridad de los suyos” y ha remarcado que “la familia es el lugar natural del origen y el ocaso de la vida, y apoyando a la familia y a sus miembros enfermos, la Iglesia desea ser la posada del buen samaritano que es Cristo, y a través de ternura y cercanía, abraza a cada hombre en su condición de salud sin descartar a nadie”.
Datos de la memoria del Tribunal Eclesiástico de Valencia
Entre los datos de la memoria de 2019 del Tribunal Eclesiástico presentados hoy destacan los “buenos resultados” del Servicio de Información y Asesoramiento del Tribunal Eclesiástico a los que ha contribuido la “descentralización” puesta en marcha hace ahora un año.
Durante 2019, el Servicio de Información y Asesoramiento realizó 212 entrevistas a personas que solicitaron información sobre la posibilidad de nulidad de su matrimonio y del total de entrevistas realizadas, 20 se desarrollaron en parroquias y 15, en la sede del servicio en Gandia.
La “descentralización de este servicio” inició su andadura el pasado curso, en la ciudad de Gandia, con el objetivo de “facilitar su acceso a los fieles”.
De esta manera, los usuarios de este servicio en Gandia cuentan con el asesoramiento sobre el proceso de nulidad por parte de los miembros del Tribunal, en los locales de la parroquia San Francisco de Borja, tras solicitar cita previa a la sede central del Tribunal. Igualmente, se les ofrece otros servicios pastorales del Tribunal.
Cerca del 70 por ciento del total de las causas sentenciadas se tramitan en menos de un año
Igualmente, siguiendo con el “compromiso de celeridad” del Tribunal Eclesiástico de Valencia, en relación al tiempo de duración de los procesos, la memoria refleja que 89 de las 128 causas sentenciadas se han tramitado en menos de un año, lo que supone un 69,53 por ciento respecto al total de sentencias emitidas.
La “Encuesta de Satisfacción” del Tribunal alcanza, por segundo año consecutivo, una puntuación de 3,96 sobre un total de 4
Por otra parte, el Tribunal Eclesiástico mantiene la implantación de la “Encuesta de Satisfacción” sobre los Servicios Pastorales Especializados que presta y, tras la baremación oportuna externa, la puntuación alcanzada sobre un total de 4 ha sido de 3,96, una “extraordinaria valoración” que ha obtenido por segundo año consecutivo.
La “Encuesta de Satisfacción” pretende conocer de primera mano el grado de satisfacción de los Servicios Pastorales Especializados del Tribunal por parte de los fieles usuarios y de los párrocos. Asimismo, entre otros datos de la memoria del Tribunal en 2019, destacan las peticiones de patrocinio gratuito y reducción de costas, tras la presentación de la documentación pertinente, que también fueron concedidas en su totalidad el pasado año.
El SAMIC, pionero en España, triplica el número de atenciones
Por su parte, el Servicio de Acompañamiento y Mediación Intrajudicial Canónica (SAMIC) del Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Valencia, puesto en marcha hace tres años por el cardenal Antonio Cañizares, ha triplicado, desde entonces, el número de atenciones, “fieles que son ayudados en sus momentos de crisis o en situaciones de dolor en las diferentes fases del proceso de nulidad matrimonial canónica”.
El SAMIC, que atendió en 2019 un total de 39 casos -34 de acompañamiento y 5 de mediación- se desarrolla a través de un equipo interdisciplinar de profesionales expertos que incluye ayuda jurídica, psicológica y espiritual, según los datos de la memoria.
El Servicio de Acompañamiento y Mediación tiene como “objetivo principal” ofrecer a los fieles necesitados “un especial cuidado pastoral tras el fracaso de su matrimonio, otorgándoles una ayuda desde el acompañamiento y mediación para poder atenderles en sus momentos de crisis o situaciones de dolor en las diferentes fases del proceso de nulidad matrimonial canónica”, para el “acompañamiento a una nulidad pacífica y fomentar la cohesión familiar”.
Se trata de un servicio “pionero en España”, puesto en marcha por primera vez en la diócesis de Valencia tras su anuncio por el cardenal Cañizares en la solemne apertura del Año Judicial eclesiástico el 3 de febrero de 2017, tras la propuesta de la Exhortación Apostólica Postsinodal “Amoris Laetitia” del papa Francisco en relación a las familias en el mundo actual.
La Asamblea Plenaria de la CEE, celebrada del 18 al 22 de noviembre de 2019, fue informada del SAMIC, por el obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, “un acontecimiento importante en el historia de este Servicio”, según señalan desde el Tribunal Eclesiástico, y próximamente será presentado también en las Jornadas de la Asociación Española de Canonistas que tendrán lugar el 16 de abril en la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid.
De esta manera, el Servicio se ofrece como “referente” para que pueda ser implantado en el resto de diócesis españolas.
Apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia
La jornada de hoy ha contado con la asistencia de los “principales representantes de las instituciones judiciales, académicas y eclesiásticas de la Comunidad Valenciana”. Igualmente, han acudido jueces, abogados, médicos, psicólogos y peritos, entre otros especialistas vinculados a la administración de justicia eclesiástica, y profesores y alumnos de la Universidad Católica de Valencia (UCV,) la Universitat de València y la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Entre autoridades, han asistido todos los Obispos de la Comunidad Valenciana: de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui; de Sergorbe-Castellón, monseñor Casimiro López; y los obispos auxiliares de Valencia, monseñores Esteban Escudero, Javier Salinas y Vicente Juan Segura. Igualmente, han tomado parte en el acto la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Oliva; la presidenta de la Audiencia Provincial de Valencia, Esther Rojo; la consellera de Justicia, Gabriela Bravo; el director general de Acceso a la Justicia, José García Añón; el rector de la UCV, José Manuel Pagán; el rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Vicente Navarro de Luján y la secretaria general de la UV, María Elena Olmos.