Mónica, usuaria de Casa Caridad: “No sería nada, no podría ser nada sin Casa Caridad”
La Asociación Valenciana de Caridad ha atendido a un 15% más de personas respecto al año anterior
Más de 3.100 familias y personas vulnerables han pasado por el reparto de productos básicos de Casa Caridad, siendo el servicio que más ha crecido, con un 18% más de atenciones
Con el comedor para personas sin hogar, los centros de acogida temporal, el servicio de reparto, las escuelas infantiles y el Proyecto Fénix, la Asociación ayuda anualmente a más de 4.500 personas a buscar soluciones a sus problemas
Mónica es usuaria del servicio de atención social y distribución de alimentos y productos de higiene de Casa Caridad, tiene 2 hijos, es madre soltera y actualmente está en situación de desempleo. Cada 15 días acude a la Asociación para recoger los productos básicos que le han preparado para cubrir las necesidades de su familia. Como Mónica, cada mes, la Asociación Valenciana de Caridad atiende alrededor de 300 personas en situación de vulnerabilidad en este servicio, y a final de año se estima superar las 3.200 atenciones. “Casa Caridad nos brinda mucha ayuda, tanto de alimentación como de apoyo. No sería nada, no podría ser nada, sin Casa Caridad”, cuenta Mónica.
Tras más de 117 años atendiendo a personas desfavorecidas, la Asociación Valenciana de Caridad sigue aumentando el número de personas atendidas en todos sus servicios. En lo que llevamos de año, la ONG ya ha atendido a más personas que el año pasado, en concreto, un 15% más, llegando a alcanzar las 4.592 atenciones en noviembre de 2023. Este crecimiento está siendo atendido por el trabajo de Casa Caridad, que cada día tiene que afrontar un gasto de más de 16.000 euros. Tras el último censo de personas sin hogar, en el que la Asociación participó, se contabilizaron alrededor de 800 personas en situación de sin hogar, una cifra que pone de manifiesto la necesaria labor que realizan las organizaciones del tercer sector.
“En Casa Caridad trabajamos con las personas, detectamos sus necesidades y planteamos un abordaje de su problema para encontrar una solución que les permita volver a tener una vida más ‘normalizada’. Cada año, atendemos a más personas, una realidad a la que nos tenemos que enfrentar diariamente. Por este motivo hemos lanzado la campaña “Valencia sería distinta sin Casa Caridad”, no solo para que la ciudadanía conozca los servicios, programas y actividades que realizamos, sino para concienciar de que es fundamental hacer donaciones y formar parte como socios de entidades que dediquen su misión a trabajar y ayudar a las personas que más lo necesitan”, añade Luis Miralles, presidente de Casa Caridad.
Centros de Acogida Temporal al completo
Esmeralda también es usuaria de Casa Caridad. El día que llegó a la Asociación necesitaba muletas para poder andar bien. Ahora, gracias a la ayuda que le ha brindado la Asociación, ha podido conseguir un zapato ortopédico que le permite moverse sin necesitar las muletas. “El detalle más especial que Casa Caridad ha hecho por mí son los zapatos que me han dado este año. Después de andar casi 5 años con muletas, mi vida ahora ha cambiado”, relata la usuaria de Casa Caridad.
Ella vive en el Centro de Acogida Temporal que la Asociación tiene en Pechina. Actualmente, Casa Caridad cuenta con un 100% de ocupación en sus dos centros, donde este año han pasado más de 400 personas entre adultos y niños. Este servicio ofrece a las personas sin hogar un lugar seguro donde acudir, apoyo psicológico, enfermería, atención social, cursos de formación y búsqueda de empleo, así como actividades destinadas a promover el desarrollo de habilidades sociales. “Gracias a Casa Caridad que me facilita todo lo que necesito, estoy sacando un curso sociosanitario y a través de ese curso voy a fomentar mi trabajo”, concluye Esmeralda.
Familias, el pilar fundamental en la vida de los niños
Cada año, Casa Caridad empieza un nuevo curso del Programa Escuela Familia, con los padres y madres del alumnado de las tres escuelas infantiles. Rosalía tiene dos niñas, una de 7 años y otra de 1, y la pequeña asiste a la escuela infantil de la Asociación en Pechina. “El apoyo de Pablo, trabajador social de Casa Caridad, es fundamental para las familias. Nos hace sentir seguros, siempre intenta buscar la mejor solución para nosotros y nos brinda la seguridad que yo quería sentir desde que llegamos a España”, explica Rosalía.
Más de 150 niños y niñas acuden diariamente a los Centros de Educación Infantil que Casa Caridad tiene en Valencia y Torrent. A través del Programa Escuela Familia, los padres y madres reciben formación sobre diferentes temas relacionados con el cuidado de los niños y niñas, así como una intervención social que sirve para atender las necesidades de las familias y buscar la mejor solución para ellas. El año pasado, se atendió en este servicio a 915 personas entre beneficiarios directos e indirectos.
El paso final hacia una vida “normalizada”
Bertha, vive en una de las viviendas tuteladas del Proyecto Fénix de Casa Caridad. Tras sufrir un cáncer de mama y después un ictus y no tener ningún lugar donde poder ir mientras realizaba su tratamiento y recuperarse, llegó al módulo de convalecientes de Casa Caridad. Allí, empezó a trabajar en el taller ‘Fent Comboi’, donde ella misma cuenta que ha sido una terapia fundamental. “Lo mejor que me ha pasado en Casa Caridad son las personas”, explica la usuaria.
“En Casa Caridad nos han enseñado a convivir y ahora nos llevamos bien. Yo no tengo familia aquí y no puedo vivir sola, por eso, estoy agradecida con esta oportunidad que me ha dado la Asociación”, concluye Bertha. El Proyecto Fénix es un programa de alojamiento de viviendas supervisadas centrado en los colectivos más vulnerables que se encuentran en situación de sin hogar y que anteriormente han pasado por otros servicios de Casa Caridad. La ONG cuenta con 10 viviendas con una capacidad para 44 personas.
Convalecientes y familias, los colectivos más vulnerables
Tras vivir en la calle, Abdel sufrió un accidente de coche que le dejo en el hospital con una operación en la pierna y sin ningún lugar al que acudir. Desde los servicios sociales del hospital consiguió llegar al módulo de convalecientes del Multicentro Social de Casa Caridad en Benicalap. “Allí tratan a toda la gente por igual. Me han ayudado mucho, y gracias a ello, del accidente ya estoy bien”, explica el usuario de Casa Caridad.
“Gracias al taller ‘Fent Comboi’, consigo ganar algo de dinero, paso el tiempo, conozco a gente y me llevo bien con todos. Hay mucha gente en la calle y esto tiene que ser así, tiene que haber una Casa Caridad”, concluye Abdel. Por el Multicentro Social de Casa Caridad en Benicalap han pasado más de 150 personas durante este año, familias con menores y personas en situación de convalecencia que no tenían a donde ir y gracias a la Asociación han podido mejorar su condición y salir adelante.
“¿Qué pasaría si Casa Caridad no estuviera? Valencia sería distinta”
Con la Navidad cada vez más cerca, y bajo el lema “Valencia sería distinta sin Casa Caridad”, la Asociación Valenciana de Caridad ha querido llegar a la ciudadanía y hacerla reflexionar sobre el trabajo que realizan las entidades del tercer sector con los colectivos más vulnerables. Las fiestas navideñas son una época de convivencia, de agradecimiento y sobre todo, de solidaridad. Cada vez más familias “normalizadas” y personas sin recursos tienen que acudir diariamente a Casa Caridad para cubrir sus necesidades básicas y las de su familia. La situación económica actual, con el aumento de los precios de los productos y los suministros, ha provocado que las personas no puedan hacer frente a todos sus gastos y necesitan el apoyo de la ONG. Con la llegada de la Navidad esta situación se ve agravada ya que los precios de muchos productos se triplica lo que imposibilita su compra.
“Ayudar a las personas que más lo necesitan es lo que siempre ha movido a Casa Caridad. Nosotros creemos en la solidaridad de las personas ya que, gracias a ello, hemos conseguido mantener viva nuestra Asociación durante más de 117 años. Los precios aumentan para todos y mantener infraestructuras como las que nosotros tenemos para cubrir las necesidades básicas de los usuarios tiene un coste que cada vez es más elevado. Necesitamos la ayuda de las personas para seguir adelante, ofreciendo una atención personalizada a todas las personas sin hogar y en riesgo de exclusión social”, afirma Guadalupe Ferrer, directora gerente de Casa Caridad.