Dos millones de personas han contemplado los frescos renacentistas de la Catedral desde que fueron descubiertos hace ahora nueve años
Tras permanecer 330 años ocultos, fueron hallados el 22 de junio de 2004
Cerca de dos millones de personas han contemplado los frescos renacentistas de los ángeles músicos en la bóveda gótica del altar mayor de la Seo, de cuyo descubrimiento tras permanecer 330 años ocultos, se cumplirá mañana el noveno aniversario, según ha indicado hoy el presidente de la comisión diocesana de Patrimonio Histórico-Artístico, Jaime Sancho.
Las pinturas, realizadas por los artistas italianos Paolo Sanleocadio y Francesco Paganno, ente 1476 y 1481, muestran doce grandes ángeles tocando instrumentos musicales de la época a lo largo de una superficie que se extiende de unos 250 metros cuadrados de la bóveda, ha añadido.
Los frescos, descubiertos el 22 de junio de 2004, fueron encargados a Sanleocadio y Pagano por el entonces arzobispo de Valencia, Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI, durante una visita que hizo a España ya como legado papal para confirmar el matrimonio de los Reyes Católicos.
Los frescos llevaban ocultos desde que en 1674 se produjo la reforma barroca del presbiterio de la Catedral, cuando la bóveda original fue cubierta por otra de escayola, aunque situada a 80 centímetros de distancia “con la evidente intención de proteger las pinturas”. La cámara de aire que quedó entre ambas mantuvo los frescos intactos durante más de 300 años.
El 22 de junio del año 2004, al realizar unas catas durante la restauración del altar mayor aparecieron los frescos “en los que se podía apreciar ya muy claramente los ángeles con instrumentos originales sobre un fondo celeste tachonado de estrellas doradas y en un asombroso estado de conservación”.
Posteriormente, los frescos fueron restaurados durante más de dos años por el Instituto Valenciano de Restauración y Conservación de Bienes Culturales (IVC+R) que, en la actualidad, realiza un seguimiento pormenorizado de las condiciones medioambientales de las pinturas.
Para ello, dispone de “un sistema de conservación preventiva pionero en el mundo que, a través de 72 sensores electrónicos instalados sobres las pinturas ofrece datos sobre la humedad, temperatura, movimiento y luminosidad, y cuyos parámetros son registrados cada 60 minutos”.
Los frescos renacentistas de la Catedral de Valencia están considerados uno de los descubrimientos históricos y artísticos más importantes de los últimos años, “y reflejan el gran periodo de esplendor que vivió la ciudad de Valencia y su reino durante el siglo XV”, ha añadido Sancho.