Miguel Hache planta una falla de 2.000 ladrillos en el colegio San Pere Apòstol de Real
Los alumnos del centro se convierten en artistas falleros con este proyecto de cartón, con un trasfondo de esperanza postpandemia
El artista fallero Miguel Hache planta esta mañana una falla en el CEIP San Pere Apòstol de Real (Valencia). El proyecto, que es materialización de una de las becas Resistències Artístiques otorgada por el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC), consiste en la creación de un muro de 2.000 ladrillos de cartón. “En el proceso de creación han participado alumnos de diversos cursos que se convierten en artistas falleros en estas Fallas atípicas”, ha explicado Hache. “Se trata de un proyecto muy simbólico: un ladrillo por cada milímetro de distancia de seguridad que nos separa en esta era de COVID”, ha continuado.
La falla, que comenzará a plantarse hacia las 10 de la mañana, tendrá un ritmo de ‘plantà’ por horas, para coordinar la participación de diversos cursos y concluirá hacia las 13.30 horas. La normativa impide quemar la falla por lo que una vez levantada y disfrutada durante estos días que coincidirían con la semana fallera, se recogerá y guardará “para prender fuego en el momento que las circunstancias lo permitan”. En este sentido, “quemar este muro de ladrillos significará que no hay ya nada que nos separe y podremos abrazarnos. Quemaremos una falla y también lo que la pandemia nos ha robado”.
En esta línea, Hache ha explicado que la ideación de este muro de ladrillos es “una metáfora del comportamiento humano”. Articular una reflexión sobre “la repercusión que tienen en nuestras vidas las barreras físicas y conceptuales, que la sociedad construye a partir de la COVID, mediante el distanciamiento social”, explica el artista. “Algunas de éstas las heredamos y todavía se mantienen; otras resurgen en el presente, o, por el contrario, son derribadas; otras, finalmente, son creadas con el fin de protegernos, pero, sin embargo, no hacen más que alejarnos”.