Menguzzato critica que el Plan de Inclusión "no integre las áreas de Empleo, Educación o Deportes"
Los socialistas advierten que "la dotación económica del plan es irreal y esperan que se modifique el presupuesto de 2014 para que se puedan desarrollar las acciones"
La concejala del grupo municipal socialista Anaïs Menguzzato ha criticado que el Plan de Inclusión que presenta hoy el equipo de Gobierno “no integre las áreas de Empleo, Educación o Deportes” porque, en su opinión, un documento de este tipo “debe apostar por la lucha contra la pobreza y la exclusión implicando a todos los actores que lo puedan hacer posible y no exclusivamente al área de servicios sociales”.
“Necesitamos trabajar con muchas realidades que abarcan, más allá de la desigualdad económica, aspectos relacionados con el desempleo, la precariedad laboral, los déficits de formación, el difícil acceso a una vivienda digna, las frágiles condiciones de salud y la escasez de redes sociales y familiares”, ha enumerado entre otros.
Además, ha indicado que en el análisis de la pobreza “debemos ampliar la perspectiva para dar cabida, dentro del concepto de inclusión social a los nuevos desequilibrios que están emergiendo”. Así, ha señalado que el título del documento II plan de servicios sociales para la inclusión social 2014-2017 “marca un punto de partida equivocado, ya que la estrategia en la lucha contra la pobreza y la exclusión debe incluir a todas las concejalías del Ayuntamiento de Valencia”. Por ello, ha planteado que el documento “debería llamarse Plan municipal para la inclusión social de la ciudad de Valencia”.
Igualmente, ha considerado que este plan “se dota de un diagnóstico elaborado por técnicos y técnicas del servicio y contiene además los resultados de un estudio de opinión de una muestra representativa de la ciudadanía valenciana”. Sin embargo, ha manifestado que la lectura del plan “evidencia un gran desencuentro entre el análisis y los desafíos identificados así como las acciones propuestas”.
“Igualar en oportunidades a las personas con dificultades especiales en sus trayectorias vitales, como a aquellas que nunca hubieran pensado que podían llegar a tener necesidades básicas que no pudieran cubrir por ellas mismas, es el máximo objeto del plan”, ha precisado.
Menguzzato ha explicado que muchas de las acciones propuestas “se refieren al propio funcionamiento del servicio de bienestar social; el diseño de protocolos, la ampliación de contenidos de intranet, la simplificación de la tramitación administrativa, la creación de bases de datos, los cursos de formación para la plantilla; hablan de organización y gestión del servicio, pero ahí termina su eficacia”. “Mejoran, sin duda, el trabajo de las secciones y del servicio pero no son las acciones de un plan de inclusión social”, ha apostillado.
Por ello, los localistas consideran que todas estas acciones “deben ser eliminadas del plan para la inclusión social”. Del mismo modo, entienden “oportuno retirar las medidas que tienen como objeto ‘cumplir la norma’, ya que las adaptaciones de normativa no son acciones que promuevan la inclusión social, sino obligaciones que tiene esta administración”.
Una vez eliminados estos puntos, ha remarcado que las acciones restantes del plan “tienen que ver con la continuidad de la actividad de las secciones, y por tanto, del propio servicio”. Es decir, ha continuado, “las acciones que aparecen en el plan se han querido revestir de capacidad de trabajar hacia la inclusión, sin embargo, no dejan de ser la enumeración de parte de la actividad del propio servicio y no una planificación novedosa, impulsora y con diseño propio para el fin que pretende lograr aquello que da título a este plan, la inclusión social”.
Anaïs Menguzzato ha señalado que el plan recoge un apartado sobre “el seguimiento anual que se realizará desde el propio servicio”. “Si deseamos promover la participación, como se indica en las primeras páginas del documento, debemos no sólo escuchar a entidades, expertos, asociaciones y ciudadanos y ciudadanas en su elaboración sino también en su seguimiento y evaluación”, ha relatado.
Por eso, el grupo municipal socialista plantea que quienes “colaboraron en su elaboración participen en un Comité de Seguimiento; seguimiento que debería ser como mínimo semestral y con posibilidad de incorporar en el Plan de Inclusión aquellas modificaciones que se consideren necesarias para conseguir los objetivos propuestos”.
En su opinión, “una de las debilidades principales de los planes para la inclusión es que no son conocidos por la población, particularmente por las personas afectadas”. En este sentido, ha advertido que “sin visibilidad no puede haber responsabilidad o debate sobre si los objetivos serán alcanzados y cómo serán alcanzados”.
“La ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno nos obliga además a hacer públicos no solo los documentos, sino su desarrollo y la gestión de su presupuesto, por lo cual este documento necesita un apartado referente a la transparencia y publicidad”, ha explicado.
En cuanto al presupuesto, ha asegurado que el presupuesto municipal para el año 2014 “fue aprobado en diciembre de 2013, por lo tanto no recoge las necesidades económicas del plan”. “Aunque es cierto que la gran mayoría de las acciones que incluye este plan llevan años realizándose y, por lo tanto, están recogidas en el presupuesto ya aprobado, las acciones de un plan necesitan una financiación específica”, ha subrayado y ha indicado que su formación espera “la modificación del presupuesto para que puedan ser desarrolladas”. “Un presupuesto específico permitiría hacer un seguimiento y evaluación del plan”, ha concluido.