L´Osservatore Romano refleja el trabajo de expertos en la diócesis de Valencia en la lucha contra la pobreza y por la “promoción de la ética de la sostenibilidad”
Hoy Jornada Mundial de la Pobreza
El periódico de la Santa Sede, L´Osservatore Romano, ha publicado este fin de semana, coincidiendo con la celebración hoy de la Jornada Mundial de la Pobreza convocada por el papa Francisco, una amplia información sobre los trabajos que realiza al respecto la archidiócesis de Valencia y la Cátedra de Teología de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia
Entre otras iniciativas en la diócesis, recoge cómo “un grupo de cincuenta expertos e investigadores de diferentes universidades”, coordinados por el sacerdote José Luis Sánchez García, vicario de Cultura y titular de la Cátedra de Teología de la Caridad, “llevan desde 2014 dedicando su labor a analizar propuestas de soluciones para afrontar el mayor problema de la humanidad, que es el hambre, y las consecuencias que genera sobre los pobres y los más vulnerables”, incluyendo las «nuevas pobrezas» que denuncia el Papa Francisco y cómo combatirlas.
Igualmente L´Osservatore Romano destaca entre otras propuestas desarrolladas desde Valencia la apuesta por una “ética de la sostenibilidad, a la que estamos llamados, y que sitúa a los más necesitados y vulnerables en el centro de esta consideración, no solo en nuestra mente, sino en nuestro corazón, creando en nosotros nuevos estilos de vida más austeros, creativos y esperanzados», según palabras de José Luis Sánchez recogidas en el periódico.
Asimismo, l´Osservatore Romano refleja el “revolucionario enfoque sobre la discapacidad y el desarrollo de capacidades humanas” que promueven los expertos en estos grupos de trabajo, dado que sostienen que «la discapacidad capacita», y proponen “una nueva perspectiva de la discapacidad como condición inherente a todo ser humano, desde una cosmovisión cristiana, que nos capacita y nos insta a un proyecto desde el que redescubrir la relación con personas de diferentes capacidades y con nosotros mismos”.
Las conclusiones de la labor investigadora y la del equipo de expertos, destaca el diario, se plasman en una veintena de artículos en revistas científicas internacionales y han sido planteadas en varios congresos internacionales sobre el clima y el hambre en el mundo.
Según explica José Luis Sánchez en el periódico de la Santa Sede, «debemos buscar el desarrollo integral de toda la persona y de todas las personas, para hacer posible, entre todos, una nueva humanidad en la que la pobreza, el hambre, la exclusión, las migraciones forzadas y la violación de las libertades fundamentales no tengan cabida».
Tras la publicación por el L´Osservatore Romano, José Luis Sánchez ha agradecido esta difusión de los trabajos e investigación en Valencia por el periódico vaticano y ha subrayado que “esto nos anima a seguir trabajando más aún, unidos en permanente contacto con nuestro arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares, siguiendo las enseñanzas del papa Francisco”.
“Abordamos la relación entre el hambre y alimentos sostenibles, hambre y tecnología hambre y la educación, pero nuestra opción es completamente diferente a la de otros pensadores, porque es una opción por el bien, por la ética, por ayudar a descubrir en la persona el sentido de la vida y sus grandes interrogantes, es algo que tiene que estar también sobre la mesa en todas las cumbres, tanto del clima como del hambre, y ese sentido de la vida es difícil encontrarlo si no es en Dios”.
A este respecto ha relatado cómo “un chico tiktoker con 600.000 seguidores, me dijo el otro día, que `si realmente mi corazón está vacío, aunque tenga tanta gente que me siga, cuando me quedo en mi habitación sólo me siento infeliz, siento que todo lo que hago vale para muy poco´”.
De ahí que todas estas realidades que l´Osservatore Romano “ha recogido sin esperárnoslo, esperamos que sirvan para que estas teorías y los proyectos que se realicen a partir de ellas, sean válidos para ir creando un nuevo modo de vida, no necesariamente desde la confesionalidad porque es válido para creyentes y no creyentes”.