Llega a la Filmoteca d’Estiu la superproducción X-Men: la decisión final
La penúltima película del ciclo “El superhéroe. Retratos contemporáneos”
El director Brett Ratner se muestra respetuoso con el trabajo de los realizadores que le precedieron, optando por una vía continuista a la que, no obstante, logra añadir también novedosos elementos tanto de contenido como formales. Ejemplo de esto es la elección de Ratner a favor de un desarrollo de la acción en tiempo real, dejando de lado la moda del videoclip y del videojuego; y la utilización de los efectos especiales al servicio de la historia, sin renunciar tampoco por ello al obligado impacto visual de los mismos. Por eso, quizá haya quien los considere menos sorprendentes en esta época de “sobresaturación” de secuencias muy espectaculares pero absolutamente gratuitas y prescindibles.
En cuanto al contenido, a destacar el tratamiento ético que la película da a la esencia de los personajes mutantes: aquello que les caracteriza (a saber el poder o habilidad propia y diferente en cada miembro de la comunidad, o mejor del colectivo mutante) es ¿una enfermedad? puesto que han de “curarse”—según los humanos—; o es simplemente una cualidad más bien de la clase, género (o raza) superior a la humana? Tal sería el punto de vista de los mutantes encabezados por Magneto: de este modo la humanidad se siente amenazada por dicha superioridad mutante y de ahí el interés en la fabricación de la supuesta vacuna que les curaría.
Interesante planteamiento argumental al que conviene dedicar alguna reflexión en tiempos de pandemias varias (y no sólo nos referimos a la gripe A).
Sinopsis: gracias a una nueva cura, por primera vez los mutantes pueden elegir entre seguir con su singularidad —aunque eso les aísle—, y renunciar a sus poderes convirtiéndose en seres humanos normales. Los opuestos puntos de vista de los líderes mutantes, Charles Xavier (Patrick Stewart) que, obviamente, aboga por la tolerancia, y Magneto (IanMcKellen) que cree en la supervivencia de los más aptos, desencadenan la guerra que pondrá fin a todas las guerras.