Juan Broseta publica ‘El hundimiento del Banco de Valencia’ con la historia de su bancarrota
Desde dentro narra como se fraguó la tragedia y cómo lucho por evitarla, en vano
¿Por qué se hundió el Banco de Valencia? ¿Quién estuvo detrás de su quiebra? ¿Alguien lo vio venir?Juan Broseta, el ingeniero que fundó la Asociación de Pequeños Accionistas del Banco de Valencia, acaba de publicar un libro en el que da respuesta a estas y muchas otras preguntas.
Broseta fundó esta asociación para defender los intereses de los que se vieron arrastrados a la caída del banco de Valencia y narra, desde dentro, cómo se fraguó la tragedia, cómo lo denunció y advirtió. El libro, titulado ‘El hundimiento del Banco de Valencia’ y editado por Samaruc, fue presentado este miércoles en FNAC Valencia.
“Aparecí en las juntas generales del Banco de Valencia en 2008, como profesor de economía tenía curiosidad y me di cuenta de que los resultados que daban no eran reales”. Fue en ese momento en el que comenzó a estudiar el seguimiento y a denunciar las corruptelas pero se tenía que enfrentar a “un grupo muy protegido”.
“El mayor desastre que le pudo ocurrir al Banco de Valencia fue la llegada a la presidencia de José Luis Olivas, el día que llegó a la banca, entró la carcoma que acabó con la entidad”, explicó Broseta, a quien el propio Olivas intentó convencer de que las cuentas estaban bien y de que no tenía por qué rendirle cuentas a pequeños accionistas como ellos.
Broseta creó una asociación y demandó a los consejeros. El banco fue cayendo mientras sus “saqueadores” lo expoliaron y tuvo que ser intervenido por el Banco de España y, finalmente, vendido a CaixaBank por un euro.
Broseta trató incluso de trazar un plan para salvar el banco antes de la intervención del FROB, pero asegura que “nadie, en ninguno de los dos grandes partidos me quiso hacer caso, me negaron la documentación, estaba decidido que se vendía por 1 euro”.
Negocios y amistades se mezclaron por igual en el banco incluyendo cuentas compartidas en paraísos fiscales, viajes de placer por el Caribe pagados por empresarios a los que el banco favorecía y un sinfín de prebendas que hoy están en los tribunales, y cuyo juicio se espera se produzca en las próximas fechas en la Audiencia Nacional.
Palos de ciego pero una reflexión final: “Una corrección de rigor en la legislación sería algo bueno”. Broseta propone que los bancos sean solo bancos y no empresas, como se obligó a los bancos estadounidenses tras la crisis del 29. Porque lo que sucedía en el Banco de Valencia es que se sucedían las operaciones “ruinosas” en las que el banco concedió créditos “millonarios, sin ningún aval y que nunca se devolvieron, especialmente para supuestas inversiones inmobiliarias”.
El libro, por cierto, se publica poco antes de que arranque el juicio oral a los presuntos causantes de la bancarrota. Broseta dice haber echado en falta una reacción empresarial y dice no tener “miedo” a las represalias, al contrario, serían la oportunidad para demostrar que todas sus denuncias eran ciertas: “Todo lo que pongo lo he podido comprobar y probar”.
En la FNAC Valencia hizo la presentación el conocido comunicador valenciano Ximo Rovira, quien destacó el perfil humano y profesional de Juan Broseta. Junto a ellos estuvo el editor de Samaruc, Adrián Ibáñez.