VALENCIA | POLÍTICA

Joan Calabuig toma posesión como presidente del Puerto de Valencia con la promesa de tender puentes

LAURA HERRERAS - 18/04/2023

El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, en relevo de Aurelio Martínez, se compromete a escuchar a todas las partes implicadas en el desarrollo de un puerto clave para la economía valenciana y española

Relevo en la dirección del Puerto de Valencia. El socialista Joan Calabuig ha tomado posesión este martes como nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia en sustitución de Aurelio Martínez tras ocho años al frente de la Autoridad Portuaria de la que dependen también el puerto de Sagunto y Gandia.

El relevo tiene lugar en mitad del atasco jurídico de la ampliación norte portuaria (Compromís y Podem están en contra por motivos medioambientales) cuyos avances en la tramitación por parte de la Autoridad Portuaria habían ‘encallado’ las relaciones entre el Ayuntamiento y el puerto. Precisamente, el de mejorar las relaciones entre ambos entes fue uno de los argumentos que Aitana Mas, vicepresidenta del Consell, utilizó para justificar el anuncio del relevo tras su aprobación en el Pleno del Consell.

Este martes, con la presencia del president de la Generalitat, Ximo Puig; el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, y el alcalde de València, Joan Ribó, así como una amplia representación política, empresarial e institucional, se ha escenificado una buena relación entre el sucesor, el sucedido, y el propio alcalde de Valencia, que ha puesto en valor todos los acuerdos logrados con Aurelio Martínez estos últimos ocho años.

El primer discurso de Joan Calabuig como presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia ha versado sobre los logros de los últimos años y los retos del Puerto en un futuro que pasa por el diálogo entre todas las partes: “No hay nadie que tenga toda la razón y a todos hay que escuchar, no es posible avanzar sin acuerdos”. 

En este mismo sentido, preguntado por la declaración de impacto ambiental que complica el avance de la ampliación del puerto, Calabuig ha resaltado que el puerto “hará el trabajo que diga la ley” si finalmente se le atribuye a la entidad y lanza una reflexión: “Las declaraciones de impacto ambiental no han de ser un arma arrojadiza sino una garantía de que nuestro desarrollo es sostenible”. 

Este tema estará sobre la mesa en la reunión que tendrá lugar entre Joan Calabuig y el alcalde de Valencia en los próximos días. Un alcalde que ha puesto en valor los acuerdos alcanzados con el puerto y Aurelio Martínez a la cabeza “que han sido muchos más que los desacuerdos”. 

En este sentido, Ribó ha recordado el parque de la Desembocadura donde hay presupuestados 13,5 millones de euros para hacer un bosque natural en la desembocadura del río a su paso por Natzaret y cuyos terrenos fueron cedidos por el puerto; el tema del hidrógeno verde para aplicar al sector logístico y que se va a potenciar junto con el Ayuntamiento de Valencia; o el traslado de los cruceros hasta el puerto de forma eléctrica y no mediante el uso de motor.

Un puerto clave para España y para Europa

En la presentación de este martes había una gran representación política y empresarial, entre ellos el presidente de AVE, Vicente Boluda, dada la importancia del relevo. Y es que el puerto de Valencia es el más importante de España y clave en Europa. De hecho, es el mejor conectado del Mediterráneo -con mil puertos de todo el mundo y 35 navieras operando- un factor clave para la competitividad de Valencia, la Comunitat Valenciana y España.

Calabuig ha resaltado que hay que tener en cuenta que el 90% del crecimiento mundial se va a producir fuera de Europa: “Nuestra capacidad de exportación es clave para nuestro crecimiento”. En este sentido, resalta el nuestro presidente, son las empresas exportadoras valencianas las que ahora mismo están ofreciendo mejores salarios y mayor estabilidad debido a las circunstancias actuales. 

33.000 personas dependen del puerto de Valencia

Unas 33.000 personas dependen económicamente del puerto de Valencia y por eso, Calabuig tiene como uno de los objetivos principales ser un nexo entre todas las partes afectadas mientras se avanza en materia de descarbonización, transición energética así como en el impulso de las empresas y en el bienestar de los ciudadanos. 

Calabuig también a agradecido el trabajo realizado por Aurelio Martínez, “en tiempos de excepcionalidad compleja, de enormes desafíos y aportando su visión de futuro”.

Objetivo 2030: cero emisiones

El nuevo presidente también ha hablado en su discurso de sostenibilidad, algo necesario para garantizar la supervivencia del puerto y de las nuevas generaciones: “Aspiramos al objetivo 2030 de cero emisiones y para ello tendremos que trabajar todos unidos. Queremos ser líderes en transición energética, vamos a dar un salto adelante en la fotovoltaica y el hidrógeno verde, impulsando la movilidad eléctrica y las conexiones ferroviarias”.

Sobre las conexiones ferroviarias, el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, ha puesto como reto desatascar los accesos y los cuellos de botella que se general: “En el plano infraestructural nos falta trabajar mucho en el ámbito ferroviario, no solo dentro de la zona del Puerto sino a través de la mejora de los cuellos de botella en los accesos”.

Puig: “Unión, responsabilidad y determinación”

El president de la Generalitat, que ha clausurado el acto, ha destacado que se encara un nuevo inicio, “teniendo siempre en cuenta lo conseguido” y ha puesto en valor la figura de Calabuig como gran conocedor de la ciudad de Valencia y de sus necesidades. Además, le lanza un mensaje final para encarar la dirección del Puerto: “Unión, responsabilidad y determinación”.

Puig ha destacado en este sentido su fortaleza como “primer puerto del Mediterráneo”, con 80 millones de toneladas de mercancías en 2022, más de cinco millones de contenedores y un “récord histórico de pasajeros”, y “todo esto -ha continuado- en un tiempo en el que hemos tenido enormes dificultades”, con “la peor pandemia que se recuerda” y la actual crisis energética provocada por la guerra en Ucrania.