Investigadores de la UV proponen un giro pedagógico para promover el uso educativo de la tableta en el aula

Un equipo de investigadores de la Universitat de València, formado por los profesores Cristóbal Suárez-Guerrero (Departament de Didàctica i Organització Escolar), y Carmen Lloret-Catalá y Santiago Mengual-Andrés (Departament d’Educació Comparada i Història de l’Educació), ha elaborado la ‘Guía Práctica de la Educación Digital’, presentada recientemente en la Biblioteca Nacional de Madrid. El documento explica los cambios educativos producidos al emplear las tabletas en el aula y ofrece recomendaciones para propiciar un uso educativamente significativo del dispositivo.

“No basta solo la tecnología, hace falta superar la visión de la tecnología como apoyo docente por una visión como apoyo al aprendizaje”, destacan los expertos en el trabajo. Este cambio puede generarse promoviendo metodologías como el aprendizaje basado en proyectos (ABP) o el aprendizaje colaborativo.

En la ‘Guía Práctica de la Educación Digital’, los expertos apuntan que las tabletas han sugerido cambios importantes en la cultura organizacional del aula y que los docentes perciben que su mayor reto educativo no es la competencia tecnológica, sino el desarrollo de un modelo pedagógico que rompa con el modelo tradicional de enseñanza. Maestros y maestras participantes en el trabajo de campo de la investigación han apuntado que el alumnado es consciente del cambio, y que las clases han pasado de ser entornos rígidos con alumnos sentados en filas escuchando al docente, a espacios abiertos y flexibles que permiten conectar, compartir y colaborar en red.

La investigación se realizó sobre la práctica educativa de 166 docentes y 766 alumnos de 15 centros de Educación Primaria (curso 2014-2015) de 13 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, participantes del proyecto Samsung Smart School. La propuesta, desarrollada en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y los gobiernos de las autonomías participantes, ha impulsado el aprendizaje del alumnado a través de dispositivos móviles, proporcionándoles acceso a tecnología de última generación.

“La tecnología es un factor necesario pero no suficiente para apoyar el cambio pedagógico. Este cambio no se puede realizar únicamente empleando las tabletas, requiere un cambio en la forma de pensar la finalidad, los métodos, los recursos, los contenidos, el entorno educativo y la evaluación. Investigar en red, trabajar en equipos conectados o editar conjuntamente es parte de la nueva cultura educativa digital. Este es el cambio detectado”, ha destacado Cristóbal Suárez-Guerrero, coordinador del proyecto.

Otra idea en que incide la ‘Guía Práctica de la Educación Digital’ es que la tecnología “debe formar parte de una estrategia educativa global. Tanto docentes como directivos tienen que ser conscientes de la necesidad de establecer y desarrollar una cultura digital en su centro educativo”. Otro aspecto, seguido del anterior, es que debe incrementarse la calidad de una formación que permita que el docente sea el mejor ejemplo del uso educativo de la tecnología.

El trabajo ha detectado cuatro novedades en la forma de evaluar de los docentes: la evaluación como juego, la introducción de rúbricas, la inmediatez del ‘feedback’ y el uso de la evaluación tipo test en red. En todas estas opciones, las herramientas, como Socrative, Kahhot, Rubistar o formularios de Google, son las más destacadas por los docentes que han participado en el programa Samsung Smart School.

Igualmente, los investigadores destacan que se ha detectado una tendencia al uso docente de ‘apps’ no ligadas a un contenido específico, sino al uso de ‘apps’ genéricas que permiten desarrollar distintos tipos de actividades de aprendizaje en cualquier área. Entre las 10 aplicaciones/recursos más usadas con la tableta en el proyecto Samsung Smart School se encuentran S-Note, Kahhot, YouTube, Google Drive, Polaris Office, Cámara (fotos y vídeo), QR Droid, Aurasma, correo electrónico y Tellagami.

La estrategia de investigación (evidente en el capítulo 3) que se empleó para la elaboración de la guía se apoyó en tres componentes: el estudio de la opinión de los docentes que han participado en el proyecto, la exploración de su práctica educativa en el aula y el análisis de los documentos curriculares (unidades didácticas) generados en el marco del proyecto por los equipos docentes de los centros participantes.

En primer lugar se aplicó –entre febrero y marzo de 2015– una encuesta ‘online’ a los docentes del proyecto con el objetivo de recoger su opinión sobre los principales aspectos de la implementación del proyecto. La segunda fuente de investigación, la más compleja y en la que se apoya buena parte de las recomendaciones de la guía, ha sido la observación de la práctica educativa en el aula, trabajo en sesiones de ‘focus group’ con los docentes, y entrevistas virtuales a los profesores y embajadores del proyecto. En la tercera fase se analizaron las 80 unidades didácticas generadas y aplicadas en el trabajo.

Como consecuencia de este trabajo de investigación, en la guía se puede ver los detalles del programa Samsung Smart School (capítulo 2), los resultados de la exploración empírica (capítulo 3), las recomendaciones sobre los 13 aspectos que pueden mejorar la experiencia educativa con tabletas (capítulo 4), la síntesis de las recomendaciones (capítulo 5) y una selección de unidades didácticas que pueden servir de guía en la integración educativa de las tabletas en el aula.

En general, en la guía destaca la necesidad de la competencia digital como parte del desarrollo educativo del alumnado, requisito para un uso significativo de la tableta en el aula. Como señalan los expertos, “el cambio debe superar el mito del nativo digital e ir más allá del uso técnico de los dispositivos y apostar por impulsar la idea de la tableta como recursos de aprendizaje y no solo de ocio. Es necesario aprender a pensar educativamente con la tecnología”.