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La empresa de Bélgida realizó un disparo de alta calidad

Innovación en el final de la mano de la Pirotecnia Europlà

Innovación en el final de la mano de la Pirotecnia Europlà
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    La Pirotecnia Europlà, de Bélgida era la encargada de realizar la primera mascletá de los días grandes de Fallas.

    Han venido con un disparo digitalizado en sus inicios y en el final, y como es habitual en esta firma, un cuerpo terrestre con el acompañamiento mecanizado y el terremoto largo e intenso.

    La ejecución ha sido pulcra en todo momento, el fuego terrestre sostenido y creciente, y el bombardeo final se ha realizado luciendo material de la casa de alta calidad.

    El disparo ha comenzado sin traca, directamente con un juego de volcanes y pitos creando un ritmo sencillo, y fácil de seguir.

    Posteriormente (como vienen haciendo año tras año, dado el éxito que tiene en el público) han ido ejecutando una serie de golpes de truenos de distintos calibres y de relámpagos, que han dado paso a unas rapidísimas pasadas de truenos digitales ensordecedoras. Además en este punto han sido atrevidos y han llegado a jugar con el efecto silencio/engaño, para que estas pasadas resulten, si cabe, más espectaculares. Cada vez más fuertes, cada vez más intensas, hasta con un golpe final, marcar el inicio del cuerpo terrestre.

    Este en sus retenciones iniciales iba montado en “canyeta”, es decir, en lugar de colocar grupos de truenos, estos van todos juntos en peines, logrando el mismo efecto acústico y ahorrando espacio en la plaza. Así el fuego terrestre ha ido creciendo y el acompañamiento en las últimas retenciones se ha visto reforzado con las peculiares chicharras o zumbadoras de la casa… cuyo sonido particular se diferencia de las demás empresas y le da al disparo un toque personal.

    El terremoto por su parte ha ido creciendo también en volumen, y su conclusión se ha solapado brevemente con los primeros artificios de lo que iba a ser un atronador bombardeo de serpentinas y volcanes rojos por todo el perímetro y reforzado con truenos de distintos calibres hasta llegar a un nivel acústico de saturación. Ensordecedor. Tras éste, unas potentísimas rodadas de trueno y un golpe final claro y contundente. En resumen, un disparo de muy alta calidad.

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