La Iglesia del Salvador de Valencia inicia las fiestas que conmemoran la llegada de su imagen en 1250 arrastrada por el agua
Monseñor Arturo Ros preside la misa solemne mañana, a las 19.30 horas
La Real Iglesia del Salvador de Valencia acogerá mañana, miércoles, por la tarde una misa solemne en honor al Santísimo Cristo del Salvador, primer acto y principal de las fiestas que conmemoran la llegada de su imagen titular, un Cristo románico de madera de tres metros de altura, arrastrada por el agua en el año 1250.
La eucaristía tendrá lugar a las 19.30 horas y será presidida por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, según ha indicado a la agencia AVAN el rector de la Real Iglesia del Salvador, José Máximo Lledó.
Asimismo, tras la homilía, el prelado impondrá las medallas y entregará los diplomas a los nuevos miembros de la Real Archicofradía y Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador, que organiza las fiestas y que fue fundada hace 400 años, ha añadido.
Igualmente, antes y después de la celebración de la misa los devotos podrán venerar la imagen del Cristo del Salvador en su propio camarín.
Además, con esta eucaristía dará comienzo el novenario, que concluirá el 17 de noviembre y que contará con la predicación, cada día a las 19.30 horas, del capellán del cementerio municipal de Valencia, Benjamín Zorrilla.
Las fiestas serán clausuradas el próximo 17 de noviembre con una misa solemne, a las 19 horas, y la procesión del Santísimo por las inmediaciones del templo.
La imagen apareció flotando en el agua, según la tradición
La imagen del Cristo del Salvador "es una de las imágenes más antiguas de la Archidiócesis" y fue encontrada el 9 de noviembre de 1250 en el cauce del río Turia a su paso por la capital.
Según la tradición, las aguas bajaban crecidas por una riada y, durante una contracorriente del mar que se introdujo en el cauce del río, la imagen apareció flotando. La gran talla de madera encalló en la orilla derecha del río, en el tramo que va de las Alameditas al puente de la Trinidad, y fue llevada a la ermita de San Jorge que, al poco tiempo, pasó a llamarse iglesia del Salvador, en honor a la imagen del Cristo hallada.
La devoción hacia la imagen fue extendiéndose por Valencia, "hasta el punto de que el Consell de la ciudad decretó en 1692 que el 9 de noviembre, día del hallazgo, fuera festivo", según Lledó. La del Salvador era, además, "la imagen que la ciudad sacaba en las procesiones para pedir el fin de una epidemia, una guerra o una catástrofe natural". Durante la persecución religiosa de 1936, fue incendiada, quedando destruida la Cruz, "mientras que la imagen del Cristo se salvó milagrosamente".