La iglesia de San Nicolás acoge la misa anual en honor a Nuestra Señora de Belén, patrona de los arquitectos

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidió ayer tarde en la parroquia de San Nicolás de Valencia la misa anual con motivo de la fiesta de la patrona de los arquitectos, Nuestra Señora de Belén en su Huida a Egipto, organizada por la Real Congregación de Arquitectos de Valencia.  Para concluir, el Decano del Colegio de Arquitectos hizo entrega al Cardenal de la Insignia que le acredita como “Arquitecto de Honor” de la Institución y después se ha rezado frente a la imagen de Nuestra Señora de Belén.

Esta asociación pública de fieles, erigida canónicamente por el cardenal Cañizares en junio de 2016, celebra cada año la fiesta de su patrona acudiendo a la parroquia de San Nicolás, después de la fiesta de los Reyes Magos, para rendirle homenaje, ha indicado el presidente de la entidad en Valencia, Antonio García Heredia.

Asimismo, en la misa tomaron parte representantes de la Real Congregación de Arquitectos de Valencia y también Luis Sendra, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, e intervino el coro Schola Gregoriana Milagro-Kolbe.

Con motivo de la celebración de la misa, frente al altar fue colocada una imagen de la patrona de los arquitectos “que es singular porque la Virgen y San José van caminando sin burra”, cedida por un miembro de la Congregación y que custodia la parroquia de San Nicolás en la capilla de San José, ha explicado.

La Real Congregación de Arquitectos fue fundada y erigida canónicamente a nivel nacional en Madrid en el siglo XVII y recibió el título de Real Congregación en 1867 por la Reina Isabel II. A lo largo del año, la entidad organiza en Valencia actos religiosos, culturales y sociales en sus distintas finalidades, han explicado.

A petición de la totalidad de los Colegios Profesionales, Nuestra Señora de Belén en su Huida a Egipto fue declarada por el Papa Pío XII Patrona de los Arquitectos Españoles el 12 de septiembre de 1949. En su medalla, “acuñada en el año 1693, figura la Sagrada Familia con las pirámides de Egipto al fondo y bajo la palmera”.

Entre sus fines figura la “atención humana y espiritual de arquitectos, artistas y familiares; el fomento de una presencia cristiana cualificada en el mundo de la cultura, especialmente en el campo de la arquitectura y el arte, y la promoción, investigación e integración de las distintas formas de expresión artística, especialmente de las creaciones actuales y contemporáneas”.