Los hosteleros valencianos lamentan que el recorte de terrazas les aboca a cierres y despidos
Hosteleros de Honduras y Blasco Ibáñez piden la dimisión de la edil valenciana Lucía Beamud
Hosteleros y hosteleras de la zona plaza Honduras y Blasco Ibáñez han protagonizado una sentada en los locales a los que el Ayuntamiento pretende recortar sus terrazas para pedir la dimisión de la concejala del área de Espacio Público, Lucía Beamud, ante una campaña de recortes que consideran un atropello.
Lo han hecho con consignas de “STOP Recortes de Terrazas” y “Lucía dimisión” a la llegada de los técnicos municipales para imponer a los propietarios de cada local la zona que tenían que marcar con brocha y pintura para reducir su propia terraza. Una acción en sí que los hosteleros tachan de “humillante”.
Durante la protesta, la Asociación de Hostelería y Ocio Responsable de Honduras- Blasco Ibáñez, quien ha convocado el acto de protesta junto con la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, ha manifestado que el plan de recortes impulsado por la Concejalía de Espacio Público no tiene ninguna justificación ni fundamento técnico y deja a los propietarios de los locales afectados indefensos jurídicamente y al borde de la ruina.
Para el colectivo hostelero, resulta inaudito que se hallan adoptado decisiones restrictivas sobre el 100% de las terrazas del barrio, incluso la revocación de una tercera parte de las existentes, sin ninguna explicación técnica que justifique el impacto acústico de las terrazas y sin haber elaborado ningún estudio especial para poder llevar a cabo los recortes, tal y como se aprobó en el pleno del pasado 29 de julio.
De hecho, denuncian la inconsistencia técnica de todo el expediente administrativo que dará lugar al correspondiente contencioso en los tribunales.
La precipitación y arbitrariedad del ayuntamiento impide completar el repintado de las terrazas
Es más, las arbitrariedades y la irregularidad de toda la comunicación del trámite administrativo del recorte de terrazas ha impedido completar la nueva señalización de las terrazas, teniendo en cuenta que esta misma mañana han improvisado la exigencia de que junto con la pintura verde había que tener también pintura gris o disolvente para eliminar el pintado anterior, lo cual ha sido imposible de realizar por los fallos de Comunicación del Ayuntamiento
Al no haber comunicado presencialmente y limitarse a realizar la gestión por sede electrónica, sin que se haya completado la comunicación, ha resultado imposible a las pymes poder contar con el material necesario para el repintado del nuevo perímetro de la superficie de las terrazas.
Esta situación ha provocado un momento de tensión entre los hosteleros y los técnicos municipales, porque desde la gestorías se niega rotundamente que el Ayuntamiento haya realizado tal comunicación de forma telemática, por lo que queda en evidencia la incapacidad técnica y la “utilización torticera” de la administración digital para atropellar a las pymes y a los autónomos.
Por ello, y desde la convicción de que el plan de recorte obedece a una decisión unilateral y meramente política, dada la nula voluntad de diálogo por parte de la edil Lucía Beamud, el colectivo hostelero considera que hay motivos más que suficientes para que no continue en su cargo.
Además, insisten en la convicción de que este recorte no servirá “absolutamente” para nada a la hora de mejorar la calidad de vida de los residentes y que los problemas de ruido y molestias seguirán. En este sentido, inciden en que el Ayuntamiento no muestra ningún interés ni una verdadera voluntad de acabar con los problemas de la zona.
Así lo evidencia, argumentan, el hecho de que no se estudien ni lleven a cabo las reivindicaciones y propuestas de los hosteleros y los propios vecinos de aplicar medidas sobre los pisos de estudiantes, la búsqueda de espacios y zonas alternativas no residenciales a las que dirigir a los estudiantes y ante la impunidad con la que se desarrolla todo tipo de actividades ilegales como el botellón, los lateros o los problemas de inseguridad que sufre el barrio.
Pérdidas de 205 euros diarios por local y despidos forzosos de hasta seis trabajadores
Ante esta dejadez y ataque a la hostelería, aseguran desde la asociación, el Consistorio pone en riesgo el tejido empresarial del barrio y de muchas familias. Y es que, según los datos recopilados por la asociación de los propios hosteleros afectados, el impacto económico directo del recorte de las terrazas supondrá una media de pérdidas económicas diarias de 250 euros por pyme, con picos durante el fin de semana y en determinadas terrazas de más de 1.000 euros, además la pérdida de 1,5 puestos de trabajo por local, que, en algunos casos, puede llegar hasta el despido forzoso y no voluntario de 6 trabajadores.