El Hospital La Fe, todo un referente sanitario: realiza con éxito dos cirugías de osteointegración de miembros inferiores en un solo paso
El procedimiento es parecido al de los implantes dentales
El servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe ha realizado sus dos primeras cirugías de osteointegración a dos pacientes amputados por encima de la rodilla. La Fe se convierte así en uno de los pocos hospitales de España que acometen el procedimiento en una única operación y no en dos tiempos.
La técnica, similar al que se emplea en los implantes dentales, consiste en introducir dentro del hueso remanente de la extremidad amputada un vástago o clavo de titanio donde se coloca un módulo puente para poder acoplar en él directamente la prótesis externa, según ha detallado el jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de La Fe, Francisco Baixauli.
El proceso se realiza de una vez, es decir, en la misma intervención se coloca el implante en el hueso residual y se externaliza a través de un orificio o estoma en el muñón. Hasta ahora, se colocaba primero el implante en el hueso y, una vez conseguida la osteointegración, se realizaba una segunda cirugía para externalizarlo, ha explicado el doctor Baixauli.
La cirugía se completa con un programa de rehabilitación, que tiene como objetivo conseguir la adaptación a la prótesis externa y la recuperación de la marcha funcional. El equipo de rehabilitación, coordinado por un médico rehabilitador, consta de fisioterapeuta y técnico de ortopedia, quienes realizan la terapia conjuntamente en el gimnasio del Hospital La Fe.
“La fisioterapia comienza en el postoperatorio inmediato con un programa específico, ha señalado la médica especialista de rehabilitación Dolores Maldonado, y consiste en ejercicios de reacondicionamiento físico, cuidados posturales del muñón, fortalecimiento y estiramiento de la musculatura que controla la cadera, recuperación del equilibrio monopodal y ejercicios de carga progresiva sobre el muñón para favorecer la osteointegración”.
“Cuando el muñón está preparado y el clavo plenamente osteointegrado, el técnico de ortopedia toma las medidas para adaptar al conector del clavo de osteointegración los componentes de la prótesis externa. Una vez colocada la prótesis, la fisioterapia se centra en técnicas de reeducación y ejercicios para enseñar al paciente a controlar la prótesis y a aprender a deambular con ella”, ha añadido la fisioterapeuta de La Fe Antonia Rodríguez.
Diabetes, traumatismos o tumores
Los doctores coinciden en señalar como principales ventajas del sistema que se evita el encaje de la prótesis convencional y, con ello, las molestias que éste puede ocasionar a las personas enfermas. Sudoración, dolor en puntos de apoyo, lesiones de roce en la piel, incomodidad durante la sedestación son algunos de los inconvenientes más habituales.
Además, la osteointegración favorece una mayor propiocepción -capacidad de nuestro cerebro de saber la posición exacta de las partes de nuestro cuerpo en cada momento- en el miembro amputado estando de pie y durante la marcha, lo que aumenta el control que cada paciente ejerce sobre la prótesis y, de este modo, mejora el equilibrio y el mecanismo de marcha.
El sistema está indicado para personas que han sufrido una amputación de fémur o tibia debido a traumatismos, tumores, malformaciones, diabetes u otras patologías, con un muñón demasiado corto o que no toleran las prótesis convencionales, con encaje.
Este último, es el caso de José Martínez, a quien la prótesis osteointegrada le ha cambiado la vida: “Llevo 11 años amputado y estuve cuatro sin poder usar la prótesis convencional porque me causaba unas heridas insoportables. Ahora, con la osteointegración, estoy superbién. Paso todo el día haciendo lo que tengo planificado y, antes de dormir, limpio e hidrato bien el estoma”, ha explicado este paciente.
Este tipo de avances en la cirugía de implantación de prótesis discurre en paralelo y complementa las innovaciones en los materiales, titanio ligero en este caso, así como en la incorporación de sistemas cada vez más articulados para ganar naturalidad en el movimiento. Se trata de un ejemplo de cómo la unión entre la tecnología de vanguardia y la innovación quirúrgica mejoran la calidad de vida de las personas.