Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl acogen en Valencia a una treintena de personas afectadas por la DANA
Una de las familias acogida, una madre sola con un hijo, empezaba a rehacer su vida en Catarroja tras ser usuaria del proyecto social de alojamiento temporal de las Hijas de la Caridad
Tras ofrecer sus residencias e instalaciones, para dar respuesta ante esta “emergencia tan grande”
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl de Valencia acogen en la actualidad a una treintena de personas afectadas por la DANA, procedentes de Catarroja y Massanassa, tras ofrecer sus instalaciones, casas y residencias para ayudar a los damnificados en esta “emergencia tan grande”.
Así lo expresa Sor Clara, hermana perteneciente a las Hijas de la Caridad que han puesto a disposición de la Administración las plazas libres de su residencia de Hermanas mayores de la calle Milagrosa de Valencia, un total de 27; la sede de su Obra social en la calle Beneficencia, y una casa de 80 plazas en Castellnovo, cerca de Segorbe.
En estos momentos, la residencia de la calle Milagrosa, en su planta sexta y séptima, acoge a 27 personas, varias familias con niños, de Catarroja y Massanassa, que les sorprendió la DANA en sus viviendas, plantas bajas que han quedado totalmente arrasadas por el agua. Muchas de ellas, en los primeros días tras la DANA, fueron llevadas al Polideportivo de Mislata, y desde allí a Valencia.
Se da la circunstancia de que una de estas familias, es una madre sola con su hijo, que ya fue usuaria del proyecto social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en su recurso de alojamiento temporal, de viviendas concertadas, donde les ofrecen formación para que puedan rehacer su vida y facilitar su inserción social. “Tras concluir esta etapa, estaba empezando a rehacer su vida, en Catarroja, y la DANA le ha golpeado de nuevo, tendrá que volver a empezar de cero”, asegura.
Sor Clara asegura que estas familias están recibiendo todo tipo de ayuda, alojamiento, comida, y también mucho apoyo espiritual y agradece “toda la generosidad de tantas personas, empresas y comercios, que nos acercan mucha ayuda y alimentos”.
También las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl han conseguido que dos personas sin hogar, y que la DANA les sorprendió en plena calle, ubicarlas en residencias de esta sociedad de vida apostólica. Uno de ellos ha sido trasladado a una residencia de ancianos de las Hermanas en Albacete, y la otra en Castellón.
“Nosotras queríamos ayudar en toda esta tragedia por eso pensamos que los recursos que tenemos había que ponerlos a disposición de las personas más necesitadas, sobre todo, aquellas que han quedado sin hogar y que se han quedado si nada”. Pero, “mantenemos la esperanza con la ayuda y colaboración de todos”.
Las parroquias de la archidiócesis celebran misas de campaña y elevan oraciones por los afectados de la DANA
Las parroquias de la archidiócesis de Valencia, que están elevando oraciones por los damnificados por la DANA, celebraron ayer misas de campaña en aquellas poblaciones más afectadas, cuyos templos siguen dañados o en proceso de limpieza por las inundaciones o porque, la gran mayoría de ellos, se han convertido estos días en centros logísticos para el reparto de ayudas de primera necesidad.
Entre las poblaciones que celebraron misas de campaña figura Catarroja. La parroquia María, Madre de la Iglesia, en coordinación con el ayuntamiento de la localidad, ha habilitado el templo parroquial para la entrega de alimentos, ropa y productos básicos y están oficiando la misa en el exterior.
Templos como consultorios médicos y pequeños ambulatorios
Igualmente, hay templos habilitados como centros de salud porque los consultorios de las localidades afectadas por la DANA también han resultado dañados. Es el caso de la parroquia de la Anunciación de Aldaia que ha cedido sus salones parroquiales para este fin, y en él ahora se hacen curas médicas, analíticas y consultas.
El párroco, Francisco José Furió, explica que las consecuencias de esta tragedia van a ser terribles, por las pérdidas humanas, también a nivel material y a nivel de salud física y mental. Pasados estos primeros días, la gente está agotada, y ahora se está derrumbando. Se va a necesitar mucho apoyo. Por eso, la Iglesia está para ayudar en todo lo que sea necesario, añade.