PP: "El Gobierno de Ribó y el PSPV arrasa con las palmeras protegidas del Chalé de Aben al Abbar y realiza una más que cuestionable restauración de sus torreones traseros"

Los concejales del Grupo Municipal Popular Julia Climent y Carlos Mundina han denunciado hoy que el Gobierno de Ribó y el PSPV ha arrasado el conjunto arbóreo protegido existente en esta parcela durante las obras de restauración del Chalé de Aben al Abbar, ubicado en el número 7 de la calle del mismo nombre y catalogado como BRL, así como la cuestionable reconstrucción de los torreones traseros del edificio, totalmente alejada de su diseño original.

Julia Climent y Carlos Mundina han criticado la tala de las palmeras presentes en la parcela del Chalé de Aben al Abbar: cinco ejemplares en el patio delantero y dos en el trasero. Según la Memoria del Proyecto Básico y de Ejecución de Rehabilitación, “sobre el solar existe una protección tipo ARP (conjunto arbolado protegido). De acuerdo con el artículo 6.2.3 del Catálogo Estructural de Bienes Inmuebles de Valencia, dicha protección es indicativa de que existe un interés patrimonial en el conjunto y/o espacios arbóreos existentes en la parcela”. 

Mundina y Climent han señalado que “el solar sobre el que se levanta el chalé disponía en el pasado de un conjunto de arbolado formado por casi una decena de palmeras, ahora arrasadas. Unos de los ejemplares de mayor antigüedad  con los que contaba el barrio de Albors”. La conservación de este conjunto arbóreo es competencia del Servicio Municipal de Arquitectura y Servicios Centrales Técnicos, tanto en lo que se refiere a la gestión fitosanitaria como a la poda de las palmeras antes referidas.

Según la contestación del equipo de gobierno municipal a preguntas planteadas por el Grupo Popular al pasado Pleno, las citadas palmeras fueron taladas por el Ayuntamiento de Valencia justo antes de emprenderse la rehabilitación del Chalé de Aben al Abbar, a la vista del mal estado de conservación en el que se encontraban como consecuencia de los ataques del picudo rojo. En su respuesta, el Gobierno municipal reconoce que “desconoce en qué año comenzaron los ataques del picudo y si se realizaron acciones para combatirlo” por parte del Ayuntamiento.

“Es una muestra de la falta de mantenimiento de este espacio durante los últimos años”, han explicado los populares  que desvelan que en las figuraciones virtuales incluidas en la Memoria del Proyecto, firmada en octubre de 2017, aparecen las citadas palmeras, no indicándose su mal estado de conservación, ni previéndose, en consecuencia, su abatimiento, por lo que el ataque del picudo rojo debió de producirse con posterioridad a esta fecha. “La tala de este conjunto arbóreo es una prueba más de la más que dudosa ‘política verde’ de este Ayuntamiento”, han aseverado Climent y Mundina.

Por otra parte, “de acuerdo con el calendario de obras, éstas debían haber finalizado en octubre del año pasado. El retraso en la ejecución de las mismas estuvo a punto de obligar al equipo de gobierno municipal a reintegrar la subvención concedida para su rehabilitación por la Diputación Provincial”, han recordado los concejales.

Los concejales han recordado que Ll restauración de los torreones traseros del inmueble, declarado Bien de Relevancia Local, ha recibido numerosas críticas por parte de entidades para la defensa del patrimonio, por no haberse respetado su diseño original. Según han denunciado estas entidades, el resultado final de la citada intervención dista completamente del fin perseguido, haciéndose una interpretación libre de la construcción original y, por ende, mostrando una absoluta falta de sensibilidad hacia los valores arquitectónicos de este edificio de principios del siglo XX.

Julia Climent y Carlos Mundina han lamentado que estas obras no hayan incluido el ajardinamiento de ninguno de los dos patios del Chalé de Aben al Abbar, dejándose el proyecto de urbanización y paisajismo de estos solares para una intervención futura, como tampoco la intervención en las medianeras de los inmuebles próximos, de hasta diez alturas, al objeto de reducir su elevado impacto visual actual. Tal y como se reconoce en la propia Memoria del Proyecto Básico y de Ejecución, dicha circunstancia se explica por “el ajustado presupuesto del que se dispone” para la rehabilitación del inmueble, “no haciendo viable [por el momento] poder actuar en la parcela existente”.