El fuerte olor a marihuana destapa una tienda ilegal en Valencia
El jueves 4 de agosto, una patrulla del Marítimo que prestaba servicio de vigilancia por la calle Yecla al llegar a la altura de la Plaza Olof Palmer percibió un fuerte olor a marihuana que procedía de un establecimiento dedicado a la venta de productos de cultivo de cannabis.
Los agentes entraron en el local y se entrevistaron con los propietarios. Lo primero que comprobaron es que carecían de licencia de actividad o declaración responsable, seguro de responsabilidad civil, extintores u hojas de reclamaciones. El comercio tenía expuestos para la venta al público todo tipo de productos relacionados con el consumo de marihuana como CDB, papel de fumar, mecheros, fertilizantes, cachimbas, grinders, boquillas o filtros
Además, encontraron deficiencias en el etiquetado de los productos, ya que o binen no tenían o no indicaba la procedencia y el uso, lo que hace que no se sepa bien si determinados productos se venden para decoración o para ser inhalados o fumados. Los policías constataron que gran parte de los productos que se venden en el comercio resultan plenamente coincidentes en aspecto, forma y color a sustancias psicotrópicas ilegales.
La patrulla comprobó que se comercializaban sustancias, como productos con cannabis (CBC), que se consideran estupefacientes según la Convención Única de 1961, al igual que ocurre con otras sustancias como el cannabis o su resina. Según esta norma la fabricación, exportación, comercialización y uso de estas sustancias solo son legales cuando sea para usos medicinales.
Por ello los agentes procedieron al decomiso de toda la sustancia vegetal verdosa (supuestamente cogollos de marihuana o flores de CDB) que no estaban identificadas y etiquetadas, por si su distribución puede suponer un delito de tráfico de drogas. En total se han decomisado 100 envases con un valor de venta al público de 2.350 euros y un peso de 761,5 gramos, además de otros productos como papel de fumar, por deficiencias en el etiquetado.
Posteriormente los agentes visitaron la página web de la empresa matriz de la franquicia, que explicaba cómo las semillas y flores estaban destinadas al consumo personal y a la plantación y no a la decoración, tal y como se explicaba en el comercio.