VALENCIA | POLÍTICA

El fraude de la EMT, el escándalo que ha revolucionado la política municipal de Valencia

MARIOLA ROSELLÓ - 25/10/2019

Repasamos todos los detalles que se conocen por el momento del fraude de 4 millones de euros a la empresa pública de transporte

Casi un mes después de que saltara a la opinión pública el presunto fraude de la EMT con el que se habrían perdido cuatro millones de euros de dinero público, el ambiente en el Ayuntamiento de Valencia continua estando determinado por todos los detalles que poco a poco van saliendo a luz.

Son muchas las informaciones que se han hecho públicas y que han suscitado la creación de cientos de teorías al respecto, e incluso han llevado a pedir por parte de la oposición la dimisión de Giuseppe Grezzi al considerar que es corresponsable de todo lo ocurrido, una dimisión no aceptada por el alcalde Joan Ribó quien desde el principio ha mostrado su apoyo al titular de movilidad.

Además, cabe recordar que se ha abierto una comisión de investigación en el Ayuntamiento para esclarecer todo esto. Pero, ¿qué detalles conocemos por el momento?

Modus operandi

El intercambio de información confidencial a través de correos electrónicos ha sido la acción causante de todo este fraude. Una empleada de la EMT comenzó a recibir correos electrónicos supuestamente provenientes de una dirección de Grezzi – finalmente falsa - en los que se le solicitaba el envío de información de carácter confidencial, como por ejemplo copias de los DNI de algunos directivos.

Confiada en que quien le solicitaba dicha información era el concejal del Ayuntamiento la empleada – actualmente despedida – se la hacía llegar sin más preguntas. Poco después comenzó a recibir otro tipo de emails, en los que se le reclamaba a la empresa pública de transporte unas cantidades de dinero determinadas que presuntamente correspondían a facturas pendientes.

En un principio dichas cantidades no eran muy elevadas, pero conforme avanzaban los días le llegaron a solicitar el pago de facturas que superaban el medio millón de euros. La empleada aceptaba esos pagos, y los tramitaba a través de Caixa Bank.

Con el paso de los días, y tras destaparse el fraude, se ha desvelado que esas desorbitadas cantidades de dinero no iban destinadas al pago de ninguna factura si no que acababa en dos cuentas del Bank of China de Hong Kong.

La postura de los trabajadores

Tras destaparse el escándalo la decisión de la EMT y del equipo de gobierno municipal fue clara: despedir a la trabajadora involucrada al considerar que “se ha saltado todos los protocolos”. Una postura que no tardó en tener reacción por parte de los sindicatos quien piden su readmisión y que se espere a conocer la resolución judicial.

Por un lado, desde UGT consideran que la despedida ha sido utilizada como “cabeza de turco” en toda esta historia. “Ha pagado ella solo el pato, y queremos saber si hay más responsables” apuntan desde el sindicado.

Postura parecida la de CCOO, quienes más cautos esperan que la investigación reafirme la inocencia de la trabajadora: “Salvo que la investigación diga lo contrario, confiamos en que la compañera defienda su inocencia y recupere su empleo”.

Y así podrá hacerlo, pues el titular del juzgado instructor ha decidido esta misma semana citarla a declarar como investigada el próximo 12 de noviembre a las 12 horas. Un día en el que se conocerá de primera mano su versión.

Crisis de gobierno

El fraude de la EMT ha superado las paredes de la empresa municipal, y salpicado de forma directa al seno del gobierno municipal de Valencia. Las posturas de Compromís y PSPV sobre este tema son dispares, y se hicieron más patentes el día en el que se constituyó la comisión de investigación.

Una comisión de investigación en la que los socialistas apoyaron el veto de Grezzi, quien no podrá estar presente en el desarrollo de la misma. “Una crisis en el gobierno local sin precedentes”, así lo describía el vicealcalde segundo, Sergi Campillo, quien lamentaba que sus socios de gobierno se hubiesen dejado llevar por “intereses partidistas (…) para humillar a un concejal de Compromís y vetarlo sistemáticamente en determinadas comparecencias de la comisión”.

Unas declaraciones a las que el PSPV de la ciudad restaba importancia, matizando que “no existe una crisis de gobierno, sino una crisis en la EMT que tenemos que solucionar juntos”.

Los días de idas y venidas, han concluido esta semana con la decisión del alcalde de solicitar a Caixa Bank los cuatro millones perdidos al considerar que la entidad no cumplió “ni con los protocolos ni la legislación”. “Hay legislación en España de prevención de la corrupción y hay un lugar al que fue el dinero, Hong Kong, que está en la lista de paraísos fiscales” resaltó ayer Ribó”

La postura de la oposición

Por su parte, los grupos municipales de la oposición (PP, Cs y Vox) no cesan en pedir responsabilidades políticas sobre este asunto e insisten en la necesidad de que el responsable de movilidad presente su dimisión.

Gran parte de la oposición en este tema esta siendo abanderada por la portavoz popular, María José Catalá, quien ha llegado incluso a presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y pedido también la dimisión del gerente de la EMT.

Por su parte Ciudadanos ha solicitado a Telefónica, operador de los servidores informáticos de la EMT (Empresa Municipal de Transportes de València), mediante un burofax, que confirme si éste sufrió algún tipo de intromisión durante los meses previos a la estafa de cuatro millones de ocurrida en septiembre.