Las familias del instituto público Sorolla de València se hartan del estado ruinoso del centro
EL AMPA denuncia la degradación del edificio y la dejadez de las instituciones. Las imágenes muestran las múltiples patologías de la obra levantada hace 50 años
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos del instituto público de Enseñanza Secundaria Sorolla se planta. Las familias llevan años avisando a las autoridades educativas de la degradación del centro, pero solo han conseguido una atención con cuentagotas. Ahora pasan a la acción: hacen una denuncia pública y estudian más acciones reivindicativas.
Problemas graves de estructura
El edificio tiene problemas graves en la estructura de hormigón –que ha saltado en numerosas paredes y deja a la vista la armadura de hierro– y de asentamiento de los bloques construidos –hay una junta de dilatación que ha cedido con el paso del tiempo y ha producido una importante grieta que recorre de arriba abajo el inmueble–.
Como consecuencia de ello, se ha deformado la carpintería metálica exterior, hay ventanas que no cierran y se producen constantes filtraciones de agua. Es imperativo el cambio de ventanas, rejas totalmente corroídas y de la carpintería interior, como las puertas. También es necesario hacer obra en los baños para adecentarlos; eliminar el transformador de alta/baja tensión; derribar el muro de ladrillo que separa los patios y pintar todo el interior y exterior.
Visita del director general de Infraestructuras Educativas en diciembre de 2021
El AMPA lleva denunciando esta situación inaceptable desde noviembre de 2016 ante las distintas autoridades: Conselleria de Educación, Secretaría Autonómica de Educación e Investigación, Dirección General de Centros y Personal Docente, Dirección Territorial de Educación… pero solo se han conseguido reformas menores, siempre con cuentagotas.
El 17 de diciembre de 2021, Víctor García i Tomàs, director general de Infraestructuras Educativas, visitó el instituto acompañado por su equipo, y tomó nota de la situación. Y recientemente, dos arquitectos de la Unidad Técnica estuvieron de nuevo en el centro para inspeccionar la zona.
“Pero nada más se supo. Nadie nos informa del estado y de la gravedad de los daños; no tenemos un dictamen donde se establezca un diagnóstico de las patologías del edificio ni un compromiso de solución”, explican desde la Asociación. “En el instituto, hay ahora mismo cerca de 500 alumnos y alumnas matriculados de ESO y Bachillerato. Este año se ha iniciado un Grado Formativo de Grado Medio y para el año que viene, se van a solicitar más. Aspiramos a ser un centro internacional, con intercambios con Europa y programas que nos permitan crecer y ofrecer más oportunidades a nuestro alumnado. Pero con estas deplorables instalaciones, todo se vuelve muy difícil.”
“Nosotros, desde el AMPA, invertimos todos los años la mitad de nuestro presupuesto anual en reparaciones y equipamiento del centro (pintura de exteriores, arreglo de muros, instalación de estores…), algo que no nos corresponde. Pero apenas conseguimos pequeñísimas mejoras. También el centro dedica una buena partida anual a mantenimiento (recolocación de baldosines, averías, reposición de puertas deterioradas, fugas de agua…). Pero el edificio no necesita retoques puntuales, sino una rehabilitación integral”, insisten las familias.
“Las fotografías son desoladoras: muestran las grietas de la fachada, la erosión del hormigón, la corrosión de la armadura, las fisuras estructurales, las pintadas en las paredes, el deterioro de los baños, la oxidación de las rejas, las humedades, la maleza de los patios… El conjunto tiene un aspecto deplorable, casi carcelario.”
Una joya brutalista en el corazón de la ciudad, echada a perder
El IES Sorolla se ubica en el corazón del barrio de Algirós, en un edificio singular terminado en 1968. Es obra de los arquitectos Miguel Fisac y José Ramón Azpiazu, en colaboración de los ingenieros Ramón Argüelles e Ignacio García.
Miguel Fisac fue un arquitecto atípico de su época. Su obra está influida, entre otros, por el trabajo del norteamericano Frank Lloyd Wright. Fisac logró con sus proyectos un estilo de gran personalidad, en el que incorporaba originales soluciones estructurales con hormigón pretensado y sus características vigas‐hueso. Obtuvo la Medalla de Oro de la Arquitectura (1994) y el Premio Nacional de Arquitectura de España (2002).
El edificio, sin embargo, ya no es el que era. “Está muy degradado”, explican desde el AMPA. “Necesita una actuación urgente. El AMPA y la dirección del IES Sorolla llevamos años denunciando las pésimas condiciones y reivindicando mejoras e inversiones en el edificio y su equipamiento. Ya no podemos esperar más. Los alumnos no pueden esperar más. Es momento de pasar a la acción.”