Los falleros de una falla de Valencia realizarán competiciones de reciclaje para unas fiestas sostenibles
Como organización provocan emisiones de gases de efecto invernadero y para apaliarlas realizan proyectos enfocados a favorecer el cuidado del Medio Ambiente
En su compromiso con el Medio Ambiente, la comisión fallera de Convento de Jerusalén avanza en su proyecto “Convento más Verde” para hacer de las fallas una fiesta sostenible. Después de una primera acción en el ejercicio anterior de reforestación de árboles para compensar la totalidad de su huella de carbono de estas Fallas 2020-21, inicia en este año una nueva campaña, en este caso, un programa de reciclado de bebidas cuyo resultado económico donará a Casa Caridad.
La falla está visualizando como durante este verano el cambio climático deja su impronta como cada año, incluso quizá de una forma más acelerada. Inundaciones en Alemania, China, Turquía; importantes incendios en países del Mediterráneo como Grecia, Francia; temperaturas récord en Canadá, en Europa, en Siberia, donde además se han calcinado más de 2 millones de hectáreas.
Para reducir los desastres actuales y, sobre todo, que no condicionen el futuro de las próximas generaciones, se necesita intervenir en cada una de las acciones que se realizan.
Quizá por el desconocimiento se piensa que solo se puede actuar desde la empresa para la cual se trabaja o en lo personal evitando al máximo la movilidad privada y potenciando la pública, a la vez que hacerlo en medios más sostenibles, pero nada más lejos de la realidad, puesto que con cada una de las acciones que se realicen, se puede combatir y ayudar en la lucha contra el cambio climático.
Desde la Falla Convento de Jerusalén lo tiene claro y es por eso por lo que ya en el año 2020 presentaron el proyecto “Convento más Verde”, un proyecto en el cual realizamos acciones que favorecen el cuidado del Medio Ambiente desde el primer momento en que desarrollan su actividad como falla.
La comisión es consciente de que como organización provocan emisiones de gases de efecto invernadero y, para conocerlas, la primera de las medidas que se tomó en el año 2020 fue realizar el cálculo de su Huella de Carbono para tener conocimiento de las toneladas de CO2 que emiten durante todo el año, registrándolo en la Oficina Española de Cambio Climático, siendo en aquel momento la primera fiesta nacional que lo hacía.
La primera de las actuaciones del proyecto “Convento más Verde” ha sido compensar y eliminar por completo ese impacto que provocan, para lo que ya el año pasado reforestaron con más de 500 árboles una zona de montaña de la población de Llíria, donde en 2012 hubo un devastador incendio que sólo en este término calcinó más de 3.000 hectáreas.
La segunda de las actuaciones más relevantes que emprende la falla con su proyecto “Convento más Verde” es el de trabajar por unas fallas más limpias y donde el impacto que se provoca durante esos días se aminore. Para ello, la falla ha organizado un sistema de reciclaje de latas que funcionará durante los días de fallas.
En este sentido, gracias a la colaboración de la empresa GreenYng, ha instalado un sistema de contenedores inteligentes que reconocen al usuario que las deposita y que también reconoce el tipo de lata que se está reciclando. Para hacerlo más divertido, la comisión ha organizado una competición entre generaciones, creando de esta manera 3 equipos: hasta 20 años, de 21 a 50 años, y de 51 años en adelante.
A la vez que se recicla y se conciencia del impacto que se provoca evitando un daño al medioambiente, se consigue desde la falla concienciar en el día a día a cada uno de sus miembros.
Convento de Jerusalén quiere hacer extensible esta competición y, por ello, invita a todos los visitantes que pasen por la carpa que se instalará del 1 al 5 de septiembre a traer sus latas de bebida de aluminio, a la vez que todos los tapones de plástico que puedan conseguir. Los visitantes serán el cuarto de los equipos y a la vez competirán en igualdad de condiciones y de una forma sana por ganar a todos los falleros en conseguir un número mayor de unidades recicladas.
Para hacer ya visible el producto final que se puede conseguir con estos residuos reciclados, ha colaborado con la Falla la empresa valenciana CMplastik aportando al proyecto productos obtenidos del reciclaje de residuos, tales como bancos públicos hechos de tapones de plásticos o paja de arroz, así como de plástico obtenido de las redes de pesca recuperadas de la actividad en el mar. Estos productos se podrán ver en la propia carpa de la falla, apreciando de primera mano el proceso completo de economía circular.
El objetivo de este reciclaje no es sólo concienciación, así como luchar por dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas que están relacionados -elODS 12 Producción y Consumo responsable, y el ODS 13, Acción por el clima- sino que se quiere con el beneficio obtenido impulsar el ODS 2, Hambre cero. Para ello, el beneficio de la venta del material recuperado, duplicándose el dinero por la propia Falla como aportación extra, será donado a la ya centenaria Asociación de la ciudad, Casa Caridad.
En conclusión, desde la Comisión de Convento de Jerusalén animan a todos los falleros y falleras, así como a todos los visitantes a que traigan cuantas más latas vacías mejor.