VALENCIA | SOCIEDAD

Expertos coinciden en que el consumo de pornografía "puede derivar en jóvenes insensibles a la violencia y las emociones ajenas"

ELPERIODIC.COM - 18/10/2022

Junto con los videojuegos y las redes sociales, la pornografía encabeza el consumo de menores

Cada año se identifican en España 500 hombres que producen y distribuyen pornografía con niños y adolescentes

La Universidad Católica de Valencia (UCV) y la Universidad de Valencia (UV) han celebrado una jornada dirigida al alumnado de Magisterio y otras titulaciones en Ciencias de la Educación. El objetivo es que los futuros maestros “sean conocedores de las urgencias formativas que la pornografía suscita. La razón es que esta industria no sólo causa estragos entre los jóvenes, sino que afecta a las sociedades, entre otras razones, por estar vinculada a la profusión de delitos sexuales y a la trata de seres humanos”, ha destacado la profesora de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la UCV, Emilia Oliver del Olmo.  

Oliver lidera un proyecto de investigación junto con las profesoras Raquel Ibáñez Martínez y Montserrat Escribano Cárcel, sobre la percepción de los futuros docentes acerca del uso de las redes sociales y su vinculación con la educación afectivo sexual, reconocido hace dos años con el IX Premio de Investigación Bernat Beny.  Las tres investigadoras han organizado este simposio, en colaboración con el Departamento de Teoría de la Educación de la UV, de la mano de las profesoras Piedad Sahuquillo Mateo y Verónica Riquelme Soto, donde han querido denunciar la normalización del acceso a la pornografía de los niños y adolescentes, así como la necesidad de responder desde el ámbito educativo a esta realidad. 

El encuentro, celebrado en la Nau de la UV, ha congregado a cerca de 200 universitarios y cuatro ponentes referentes en el estudio de este fenómeno desde sus respectivos campos de conocimiento.  Vicent Gozálvez, profesor de la UV, ha abierto el encuentro apelando a la necesidad de estimular un pensamiento crítico, entre cuyos ejes ha destacado “una libertad que mira el interés y el derecho de los demás, que invita a pensar por sí mismo, no sólo en sí mismo”. La necesidad de superar estereotipos, tópicos, consignas heredadas y sesgos es otra clave que ha ofrecido, así como entender el contexto para hacerse cargo de la realidad y responder adecuadamente, esto es, “de forma justa”. “Si aplicamos esto a la pornografía, el pensamiento crítico significa detectar y desterrar mitos, como la identificación de la sexualidad con una relación en la que se cosifica y somete a la mujer”, ha apuntado.    

Lluís Ballester: “La pornografía es tan dura y desestructuradora de las relaciones como la heroína”   

A continuación, Lluís Ballester, que lidera el grupo de Investigación y Formación Educativa y Social GIFES en la Universidad de las Islas Baleares, ha confirmado los impactos de la pornografía en niños y adolescentes en relación a su conducta y percepción de la realidad. Los estudios de Ballester son los que cuentan con mayor evidencia científica en este ámbito, en el que lleva trabajando desde hace más de una década en una línea abierta con distintas entidades estatales en doce comunidades autónomas y también con investigadores europeos y estadounidenses.   

“Este fenómeno en absoluto puede banalizarse”, ha expresado en primer término. “Junto con los videojuegos y las redes sociales, la pornografía es uno de los tres ejes de consumo para niños y adolescentes y su repercusión en ellos es enorme: les hace entender que la violencia no es violencia; les insensibiliza. Está demostrado también que reduce su empatía respecto de las mujeres y respecto de las personas implicadas en violencia sexual”.  Es por ello que Ballester ha apelado a la necesidad de buscar soluciones para erradicar, o al menos dificultar, el acceso a este tipo de videos: “Que a un niño le salte pornografía es irracional. Es como si le estuviéramos dando heroína sin darnos cuenta, pues es probablemente tan dura, deseducadora, tan desestructuradora de las relaciones”.   

Dicha generalización, en opinión de este experto, responde a que “es un negocio que mueve mucho dinero. Por eso hay tantas organizaciones criminales intentando engañar a nuestros hijos, sobre todo a nuestras hijas, para producir imágenes pornográficas”. Para apoyar esta afirmación, Ballester ha ofrecido datos de la Fiscalía del Estado: cada año en España se está identificando, investigando y condenando del orden de 500 hombres que producen y distribuyen pornografía con niños y adolescentes.    

“En Estados Unidos, la industria de la aeronáutica tardó 68 años en conseguir tener 50 millones de clientes; la televisión, 20 años. Pero Pornhub -marca de una de las principales compañías- tardó 19 días. ¿Cómo lo consiguieron? Pagando los lugares de dominio de los buscadores. Cualquier palabra con una connotación sexual, les posicionaba con videos pornográficos, sin tener en cuenta si el usuario tenía ocho años”, ha explicado el profesor Ballester. “Esto ha hecho que la pornografía tenga una presencia inmediata en nuestra cultura y con unas dimensiones astronómicas. Ningún producto cultural en la historia de la humanidad ha entrado con tanta fuerza, tan rápido y tiene tanto poder para provocar impactos”.   

Por otro lado, Ballester se ha referido a la reunión mantenida el pasado mes de febrero entre la Sociedad de la Medicina de la Adolescencia y la Sociedad de Pediatría, “donde se insistió en que la visualización regular de pornografía está incrementando las infecciones de transmisión sexual entre adolescentes como nunca en España”.   

La jornada ha contado también con Lydia Delicado-Moratalla, integrante de la Red Académica Internacional de Estudios de Prostitución y Pornografía y docente de la Universidad Pública de Navarra, y con Santiago Hernández, jefe del Grupo UCRIF II de la Policía Nacional, quienes han conectado la pornografía con la prostitución y la trata de los seres humanos, incidiendo en la gravedad y dimensiones sociales de este delito a nivel internacional.  Para concluir, ha tenido lugar una mesa redonda con entidades vinculadas al programa CaixaProinfancia, de la Fundación La Caixa, tales como ADSIS Y Save the Children, que desarrollan, entre otros, programas de prevención de la violencia sobre la infancia. 

MÁS FOTOS