Expertos de COGITI Valencia abogan por la aceleración de las renovables para poder hacer frente a las facturas de la luz y el gas
Desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (COGITI Valencia) se es consciente de las medidas que tiene previsto adoptar el Parlamento Europeo y que implican llegar al 54% de las energías renovables en el conjunto de Europa en 2030, lo cual muestra una intención determinante por la aceleración de las renovables en toda Europa.
Al factor claro de conciencia de protección medioambiental se suma otro no menos urgente como es la capacidad de las familias, si hablamos de energía renovable para uso doméstico o de las industrias, para uso industrial; de hacer frente a las facturas de las energías convencionales como son la luz y el gas. “Desde enero ha subido la luz un 320%. Esto es insostenible y un lastre para toda la economía, doméstica e industria. Incluso puede haber compañías que se vean obligadas a cerrar”, advierte Roberto Cavero, colegiado de COGITI Valencia y experto del Mercado Energético.
Aunque es verdad que los últimos meses el precio de la luz ha bajado, la factura se encuentra en ascenso imparable y todo augura que 2023 será un año similar al que estamos a punto de dejar atrás. Según Cavero, “ahora es el momento de que la administración tome cartas en el asunto. En la factura estamos pagando entre impuestos y cargos un 45%. Se debería, como medida excepcional, eliminar ese 45% de IVA y reducir la factura casi a la mitad”.
El problema de fondo es la dependencia
Pero realmente, explica el experto, el problema de fondo está en la dependencia de los combustibles fósiles y la solución pasa por favorecer la autonomía energética, cuyos beneficios a medio - largo plazo no solo responden a una mayor eficiencia energética y, por ende, de ahorro económico, sino que también supone una reducción de las emisiones de C02 al medio ambiente.
“Que el ciudadano no dude de los beneficios del cambio a las renovables. Eso es lo más importante porque es la realidad, pero para darse cuenta de ello lo primero que debe hacer es contactar con un Ingeniero técnico industrial para que le haga un estudio personalizado. Es verdad que durante los primeros cinco o seis años de media pagará la amortización de la instalación, pero a partir de los siete años hasta los veinticinco, dispondrá de energía, digámoslo así, gratis”, explica Cavero.
En lo que respecta a las ayudas y beneficios fiscales por parte de las diferentes administraciones, preocupa la falta de incentivos. “Sobre papel hay muchas publicaciones acerca de infinidad de subvenciones, pero luego esto no se traduce en la realidad. Hay algunos pueblos de la Comunitat Valenciana que sí reducen el IBI, pero otros muchos no. Incluso hacen pagar la declaración responsable de obra para instalar placas, aunque sea en la cubierta de uno mismo. En cuanto a las cifras solo hay que ver lo que se está publicando, me refiero a una noticia en la que se decía que, de 18.000 solicitudes de subvenciones hechas este año, solo había 30 a las que se le había dado respuesta”, asegura Cavero.
Por otra parte, Roberto Cavero, advierte de la preocupación por la lentitud en que se está llevando a cabo la transición energética. En este sentido, asegura que “en la Comunidad Valenciana los proyectos renovables van a paso de tortuga. Hay tres Consejerías (la de Economía, la de Política Territorial y de Transición Ecológica) implicadas en las tramitaciones, lo que significa mayor retraso administrativo. El Objetivo para 2030, son 10.000MW instalados y estamos en 1.700MW, lo que significa que tiene que aprobar e instalar por año 1.185MW, al ritmo que llevamos es inviable”.
Desde COGITI Valencia se es consciente de la trascendencia del momento. No solo vivimos una emergencia climática a nivel mundial, sino una económica por el elevado coste de la energía y en un contexto de desabastecimiento energético en el que la apuesta y la aceleración de las renovables es y será trascendental.
