Un estudio sobre la dieta de las aves coloniales de l’Albufera alerta sobre el estado de la biodiversidad del arrozal

L’Albufera de València es un humedal clave para las aves acuáticas durante todo el ciclo anual, y su importancia para la conservación de la biodiversidad se encuentra íntimamente ligada a usos tradicionales como el cultivo de arroz. De hecho, el arrozal es el lugar de alimentación de numerosas especies de aves acuáticas coloniales durante el período de reproducción (como garzas, moritos, gaviotas, pagazas y limícolas), especies que suponen uno de los principales valores conservacionistas que motivaron su protección a escala regional e internacional.

Durante los últimos años, el seguimiento de las aves acuáticas realizado por SEO/BirdLife en colaboración con la Conselleria de Medi Ambient, ha puesto sobre la mesa qué especies que se alimentan en el arrozal como la garza real, la garcilla bueyera o la garceta común no sólo muestran importantes declives poblacionales, sino que también muestran productividades bajas. Por ejemplo, en los últimos 4 años han volado una media de 0,75 crías por nido de garza real, 1,76 crías de garceta común y 1,53 crías de garcilla bueyera, muy lejos de las cifras registradas a principios de los 90, donde estos valores se duplicaban o incluso triplicaban. Esto es, no sólo hay menos parejas reproductoras, sino que las que crían lo hacen peor que hace 30 años.

Ante este escenario, SEO/BirdLife y l’Ajuntament de València, con la colaboración de la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid y el Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, han realizado un estudio pionero para conocer la dieta de las crías de las aves coloniales de l’Albufera (garza real, garceta común, garcilla bueyera, garcilla cangrejera, morito común, gaviota reidora y pagaza piconegra). Los estudios sobre alimentación y dieta en aves permiten identificar la tipología de presas consumidas por las especies y la importancia relativa de cada una de ellas, y supone una herramienta indispensable para la gestión de sus poblaciones en la medida en que permiten entender mejor las tendencias y fluctuaciones, y permiten establecer acciones de conservación cuando los recursos tróficos pueden suponer un factor limitante en la supervivencia o en el éxito reproductivo de las aves.

Determinando los isótopos estables en la sangre de las crías

Para realizar el estudio se han tomado muestras de sangre de un total de 142 crías de estas 7 especies, así como muestras de tejidos de sus presas. La metodología utilizada, mediante la determinación de isótopos estables de carbono (δ13C) y de nitrógeno (δ15N) en las muestras de sangre, permite superar los sesgos existentes en el estudio de muestras regurgitadas o la observación directa. Tras obtener la huella de estos isótopos de cada una de las especies de aves y de sus presas, se analizó la contribución de cada presa potencial a la dieta de las crías, así como la caracterización de la segregación y el solapamiento de nichos entre las diferentes especies.
Los resultados de este trabajo han sido presentados hoy en el XXIV Congreso Español y VII Ibérico de Ornitología, que se celebra entre el 13 y el 17 de noviembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Cádiz, donde se reúnen más de 300 expertos en ornitología con el objetivo de avanzar en soluciones para paliar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Un evento que cada dos años conjuga ciencia, conservación y aves, y en el que se exponen los resultados de investigaciones, proyectos y asuntos del máximo interés ornitológico.

¿Qué nos dicen las muestras de sangre sobre la alimentación de las crías de garzas y larolimícolas?

Un análisis general de los patrones de isótopos estables muestra cómo, a grandes rasgos, existe un bajo solapamiento de nichos tróficos. De todas las especies estudiadas, la pagaza piconegra presentó el rango de hábitats de alimentación de sus crías más estrecho, alimentándose principalmente de larvas de libélula, grandes insectos terrestres y anfibios. Las crías de garcilla bueyera, presentaron una dieta más diferenciada del resto, ya que los adultos obtuvieron el alimento haciendo un menor uso de ambientes acuáticos y alimentaron a sus crías con presas situadas en una posición trófica más baja, principalmente anfibios e insectos terrestres.

Por contra, la garza real y la gaviota reidora alimentaron en mayor medida a sus crías con organismos situados en una posición superior de la cadena trófica, como las carpas, culebras y aves acuáticas en el caso de la garza real, y los anfibios, junto con larvas acuáticas de invertebrados, principalmente dípteros, en el caso de la gaviota reidora. La garceta común y la garcilla cangrejera mostraron un rango intermedio de zonas de alimentación y el tipo de presas con las que alimentaron a sus crías se sitúan en un escalón intermedio de la cadena trófica con respecto al resto de especie estudiadas, siendo principalmente larvas de libélulas y anfibios en el caso de la garceta común, y larvas de libélulas y pequeños peces en el caso de la garcilla cangrejera.

#CongresoOrnitología2019

Durante estos días se desarrolla un programa de actividades que incluye sesiones científicas, comunicaciones orales, presentaciones de pósteres, reuniones de grupos de trabajo y mesas redondas. Además será posible disfrutar de excursiones ornitológicas y de un programa de actividades paralelas, pensado para acompañantes y para la población local.

El XXIV Congreso Español y VII Ibérico de Ornitología está organizado por SEO/BirdLife y SPEA (BirdLife en Portugal) con la colaboración especial del Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Cádiz y del Ayuntamiento de Cádiz. Además, cuenta con el patrocinio de Aguas de Cádiz, Eléctrica de Cádiz, Grupo Tragsa, Fundación Iberdrola, Grupo Red Eléctrica, Ecoembes, Ferrovial, Microsensory y Sony.