Esquerra Unida critica la inaccesibilidad del paso subterráneo que une las Grandes Vías
La concejala del grupo municipal de Esquerra Unida, Rosa Albert, ha lamentado que el equipo de gobierno del PP se desentienda a la hora de buscar una solución para poder hacer accesible el paso subterráneo que une las Grandes Vías debido a que en la actualidad son una barrera infranqueable para las personas con movilidad reducida. Este paso tiene entrada por la Gran Vía Ramón y Cajal y por la Gran Vía Germanías y calle Cuba y no sólo sirve para unirlas sino que, además, tiene acceso a la estación de metro de la línea 5.
Albert ha realizado estas afirmaciones al conocer la respuesta facilitada por el concejal de Coordinación de Servicios en la Vía Pública y Mantenimiento de Infraestructuras, Francisco Lledó, a una pregunta planteada por EUPV sobre si el PP tenía alguna previsión de adaptar este paso a personas con movilidad reducida.
En concreto, Lledó responde que “solicitados los informes técnicos correspondientes, estos indican la práctica inviabilidad de construir las 4 rampas de acceso. Dichas rampas tendrían como mínimo una longitud de 75 metros y un ancho de 1’20 metros, cosa que hace imposible su construcción en ese entorno consolidado”. La regidora de la formación de izquierdas ha recordado que en febrero de este año se anunció un estudio por parte de la Conselleria de Infraestructuras sobre la mejora de la accesibilidad de este paso para peatones.
Desde la Dirección General de Obras Públicas se afirmaba por entonces que se estaba estudiando la posibilidad de instalar un ascensor al final de la calle Cuba que solucionaría el problema, sin coste para la Generalitat, ya que lo iban a asumir las empresas que reurbanizaran el barrio de Ruzafa como mejora.
Por todo ello, desde EU “exigimos ver el informe y proyecto técnico de la instalación del ascensor de la calle Cuba, ya que, además, dudamos de la resolución del problema con un único ascensor”, ha declarado Rosa Albert.
El paso subterráneo se presenta como un punto negro de la ciudad, recorrido evitado y temido por muchos ciudadanos, por lo que es una importante reivindicación de personas con movilidad reducida, colectivos ciclistas, madres y padres, etc. La única mejora de la accesibilidad que ha habido en los últimos años ha sido la instalación de un raíl metálico para facilitar la bajada y subida de bicicletas a pulso.
“Y todo ello sin olvidar tampoco la degradación del entorno como son goteras, problemas de humedad y charcos en el pavimento, mala iluminación, suciedad o inseguridad, entre otras, lo que la convierte en una de las infraestructuras más indignas e insalubres de la ciudad”, según ha afirmado la edil.
Ante esta situación, EU presentará sendas mociones a la Comisión de Urbanismo y de Progreso Humano para tratar de avanzar en una solución digna para este transitado paso y adaptarlo a las normativas de accesibilidad.
