La entrega del Pomell del Corpus a las autoridades supone una invitación para que la ciudad participe en las celebraciones de esta tradición centenaria
La asociación Amics del Corpus, en representación del Ayuntamiento, ha invitado a las primeras autoridades de la ciudad a participar de la festividad
El Concejal de Fiestas y Cultura Popular, Francisco Lledó, ha recibido esta mañana, de manos del Presidente de la asociación Amics del Corpus, Antonio Rosell, el tradicional ‘Pomell’ que engalana desde primera hora el balcón principal del Ayuntamiento.
La asociación Amics del Corpus dedica esta mañana a entregar hasta 8 ‘pomells’ entre las principales autoridades de la ciudad, en nombre del Consistorio un gesto que supone una invitación a participar en los festejos, y a adornar los edificios más representativos de la urbe.
El ‘Pomell’ ha llegado al Ayuntamiento en calesa tirada por dos caballos, acompañado por la música de dolçaina i tabalet, y con una representación de la Junta Directiva de la asociación, encabezada por su Presidente, Antonio Rosell. El ‘Pomell’ consiste en una composición floral de claveles blancos, acomodados sobre una vara para facilitar su colocación. A lo largo de la jornada, se entrega también esta invitación en el Palau de la Generalitat, Corts Valencianes, Delegación del Gobierno, Palacio de Justicia, Diputación Provincial, Arzobispado y Capitanía General.
Esta misma tarde tendrá lugar el traslado de Las Rocas desde la popular “Casa” que alberga todo el año estas esculturas de madera que aluden a relatos bíblicos, hasta las Alameditas, junto a las Torres de Los Serranos, desde donde serán trasladadas, a las 20’00 horas, para quedar expuestas en la plaza de la Virgen.
Los festejos continuarán mañana por la noche, a las 23’00 horas, con el concierto de la Banda Municipal y su director Fernando Bonete, que interpretarán el tradicional concierto de El Corpus, en la plaza de la Virgen.
El domingo, día en el que se celebra la fiesta grande, los actos comenzarán a las 9’00 horas con un repique de campanas desde El Micalet, y a las 10’30 horas se oficiará la Misa Pontifical.
La Cabalgata del “Convit” se iniciará en el Palau de la Generalitat y transcurrirá por la plaza de la Virgen, la calle Micalet, la plaza de La Reina, y las calles Cavillers, Avellanas y Almoina. Esta procesión contará con la intervención del representante de la Iglesia, “el Capellà de Les Roques”, que invitará a los vecinos a la fiesta de El Corpus o Sagrada Eucaristía. A este personaje le precede la Guardia Municipal Montada y diversas comparsas que se exhiben en bailes tradicionales como las danzas del “Corpus” y la “Degollà”.
A las 12’00 horas se efectuarán los volteos de campanas correspondientes a la Festividad del Corpus desde El Micalet, y a las 16’30 horas comenzará el paso de Las Rocas, que precederá los carros de murta y danzas.
UNA TRADICIÓN CENTENARIA: SE CELEBRA DESDE 1355
La Solemne Procesión dará comienzo a las 19’00 horas desde la Puerta de los Apóstoles de la Catedral. La comitiva recorrerá la plaza de la Virgen, las calles de Caballeros, Tossal, Bolsería, Mercado, María Cristina y Sant Vicent, Plaza de la Reina y las calles del Mar, Avellanas, Palau y plaza de La Almoina hasta La Catedral. El acto finalizará con un volteo de campanas desde El Micalet.
Con estos actos Valencia recupera este fin de semana una de sus tradiciones más antiguas. La Fiesta del Corpus Christi es una celebración religiosa que se realizó por primera vez a mediados del siglo XIV, en el año 1355, y que hasta finales del siglo XIX fue considerada “Festa Grossa” de la ciudad.
Cabe recordar que fue el obispo de Valencia Hugo de Fenollet quien promovió, el 4 de junio de 1355, y de acuerdo con el cabildo catedralicio, los jurados de la ciudad, el justicia y prohombres de Valencia, la creación de una procesión que recorriese las calles de la ciudad, en la que el Santísimo Sacramento fuera acompañado por autoridades y clérigos de la ciudad.
Al año siguiente, en 1356, ante el sitio de Valencia por Pedro I de Castilla, se suspendió la procesión (habiéndose celebrado sólo una) y se decidió que cada año se celebraría en una parroquia. Pero en 1372, siendo obispo el Cardenal Jaime de Aragón, nieto de Jaime II de Aragón y primo hermano de Pedro IV "El Ceremonioso", los festejos resurgieron, y a partir de ese momento la festividad va tomando auge y solemnidad, añadiéndose la música de la época, bailes o danzas, la mayoría de las cuales aún perduran hoy.