Un dragón de cáscara y paja de arroz con sello UPV para la falla infantil municipal
La falla infantil municipal vuelve a incorporar I+D de la Universitat Politècnica de València. Desde hace tres años, investigadores de la UPV trabajan para conseguir nuevos materiales para los monumentos falleros más respetuosos con el medio ambiente y utilizan como materia prima el arroz.
En esta ocasión, el grupo formado por Rubén Tortosa (Departamento de Dibujo), Miguel Sánchez (Departamento de Informática de Sistemas y Computación), Xavier Mas (Instituto de Restauración del Patrimonio) y José Ramón Albiol Ibáñez (Departamento de Construcciones Arquitectónicas) ha creado para la falla municipal un dragón hecho con paja y cáscara de arroz. La inclusión de la cáscara es la principal novedad de este año.
Este dragón se utilizará el próximo día 19 para la cremà de la falla infantil. “Se trata de una pieza de pequeñas dimensiones, que será la portadora del fuego que prenderá el monumento infantil. La cáscara de arroz supone un valor añadido más para un cultivo importante en nuestro entorno como el arroz”, José Ramón Albiol.
Los investigadores de la Universitat Politècnica de València han hecho entrega del ninot a la fallera mayor infantil de València, Sara Larrazábal, en un acto celebrado en el Ayuntamiento tras la mascletà de hoy. En este mismo acto, el equipo de la UPV ha entregado además al alcalde Joan Ribó una “fallereta” hecha con impresión 3D y paja de arroz. “La pieza representa los resultados de la investigación que estamos llevando a cabo”, destaca Rubén Tortosa.
Exposición del ninot
Además, al igual que el año pasado también, estos investigadores de la UPV han colaborado con la falla Menorca-Luis Bolinches, a cuya comisión han cedido también material elaborado a partir de paja de arroz para la creación de uno de los ninots de su monumento infantil.
Patente y próximos retos
Desde septiembre de 2017, la UPV cuenta con la patente para la creación de estos innovadores ninots falleros, si bien su trabajo puede aplicarse también a otros campos. Junto a la paja del arroz, los investigadores utilizan polisacáridos naturales y compuestos orgánicos derivados de la celulosa. "Con estas materias primas", añaden Miguel Sánchez y Xavier Mas-Barberà, "el proceso es el siguiente: se tritura la paja hasta obtener una granulometría menor de tres milímetros y se mezcla con los otros componentes, entre uno y cinco minutos”.