La Cremà pone punto y final a las fallas más multitudinarias que se recuerdan
Los monumentos han ardido de forma escalonada para que los bomberos pudieran llegar a todos ellos
A los cientos de miles de turistas que nos han visitado este fin de semana les surge la misma pregunta: ¿Cómo puede ser que una obra de arte como es el monumento fallero acabe siendo ceniza? Es la magia de una fiesta Patrimonio de la Humanidad. Las fallas, 600 monumentos en Valencia y cientos en otras localidades valencianas, que un año más han vuelto a arder. Cabe destacar hay fallas en un centenar de pueblos de Valencia, Alicante y Castellón y todas ellas arden escalonadamente para que los bomberos puedan llegar a cada uno y evitar cualquier imprevisto.
Y es que estas fallas han sido las del llenazo total: tras los años de pandemia y las ganas de viajar de la gente, las fechas grandes de las fallas ha coincidido en fin de semana -es festivo el lunes en Madrid- y muchísima gente se ha animado a conocer la fiesta grande de Valencia. De hecho, los hoteles han colgado el cartel de completo y no se recuerdan unas fallas tan multitudinarias.
Fiesta de San José
El 19 de marzo, fiesta de San José, es la jornada que pone el broche de oros a unos días en los que Valencia se ha convertido en la capital de la luz, el color, el olor y el ruido. La luz y el color de los trajes de fallera, los castillos de fuegos artificiales, el olor a pólvora, paella y churros con chocolate y el ruido de la mascletà, las bandas de música y las charangas.
Con la Ofrenda y la Nit del Foc como momentos culmen del fin de semana, Valencia ha cerrado este domingo por la noche sus fallas 2023. A partir de las ocho de la tarde han comenzado a arder los monumentos infantiles, luego le ha seguido la falla infantil ganadora -Convento Jerusalén- y a las nueve la municipal. A partir de las once de la noche era el turno del resto de fallas grandes, terminando por la municipal. Respecto a esta última, por cierto, Cruz Roja ha atendido a unas sesenta personas, la mayoría por crisis de ansiedad y lipotimias.
Emoción, sentimiento y mucha germanor en unas fallas que han estado marcadas por el regreso a la normalidad total. Unas fallas, también que como sus monumentos, resurgen de sus cenizas y piensan ya en la fiesta del próximo año. Las fallas 2024 serán mejores, aún, si cabe.