La corporación se compromete a “fomentar y proteger los espacios peatonales” de la ciudad
“Sin perjuicio de otros intereses implicados de los usuarios de los diferentes modos de transporte”, según la moción aprobada
También se ha aprobado una propuesta sobre los proyectos urbanos con participación ciudadana
El Pleno del Ayuntamiento ha acordado este viernes “fomentar y proteger los espacios peatonales” de la ciudad, así como “continuar poniendo los medios para ello, sin perjuicio de otros intereses implicados de los usuarios de los diferentes modos de transporte”. El acuerdo, que ha dado respaldo a la moción planteada por el concejal de Movilidad Ciudadana, Jesús Carbonell, y que ha contado con el apoyo de los grupos municipales del gobierno municipal, PP y Vox, no ha sido respaldado por la oposición, PSPV y Compromís. La propuesta del edil se ha planteado como alternativa a la moción inicial del grupo Socialista, que planteaba “el mantenimiento de todos los espacios peatonales recuperados, sin revertir sus usos para facilitar de nuevo el tráfico, y que ponga los medios de control adecuados y priorice la vigilancia del estacionamiento indebido en las zonas peatonales de los barrios de la ciudad”.
Un representante de la asociación vecinal Arrancapins La Petxina ha intervenido previamente al debate para defender la supermanzana, “que garantiza una reducción de la contaminación ambiental y acústica”. “Se trata de una zona que muchas personas disfrutan, nos gustaría que hubieran mejoras como la implementación estacionamiento regulado, pero es un buen proyecto para el barrio. ¿A cuántas plazas de aparcamiento equivalen las relaciones entre vecinas y vecinos?”, ha concluido.
Por su parte, Sandra Gómez, portavoz del grupo Socialista, ha destacado que “las supermanzanas son espacios más saludables, que permiten socializar y mejoran el barrio”. “En 2019 empezamos a hablar de un reequilibrio entre vehículos y peatones, de que los peatones tenían derecho al uso del espacio público y pusimos en marcha proyectos que priorizaban a las personas que viven en los barrios, muchos de ellos financiados con fondos europeos, lo que indicaba que iba en el buen camino”, ha recordado. Por su parte, el concejal del grupo municipal de Compromís Giuseppe Grezi ha asegurado que el gobierno municipal “se ha encontrado con una Capital Verde Europea en la que no cree y tiene paralizados todos los proyectos o dejados de lado; y eso a pesar de que son proyectos que mejoran la calidad de vida y promueven la seguridad vial, que han de ser transversales y no una cuestión ideológica””.
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha defendido la moción alternativa, que ha sido finalmente aprobada, y ha argumentado que “si cualquier medida que se adopta impide al resto su derecho a aparcar, por mucho que se multe, la gente no va a cumplir”. “No se debe limitar el uso del coche sin ofrecer alternativas –ha subrayado- porque se trata de medidas limitativas que ahogan a los vecinos a la hora de desplazarse; y en la Petxina hay muchas cosas que mejorar, empezando por la señalización”, ha concluido.
Los proyectos urbanos
Inmediatamente después, la corporación ha debatido sobre los proyectos urbanísticos de modernización de los barrios, también al hilo de una propuesta del Grupo Municipal Socialista que, este caso, ha planteado que los proyectos de ciudad participados por la ciudadanía, y los derivados de los Presupuestos Participativos, “sean asumidos por el Ayuntamiento con independencia de los diferentes cambios de gobierno”.
El debate ha estado precedido por la intervención de Miguel Sánchez, representante de la asociación vecinal La Roqueta, quien ha pedido el apoyo del gobierno municipal “a proyectos como los de las supermanzanas, que son iniciativas probadas que revitalizan barrios, y en las que se ha estado trabajando durante años”. “La Roqueta –ha defendido- merece también esta transformación, modelo de sostenibilidad y convivencia, especialmente en el marco de la Capitalidad Verde Europea”.
Los concejales del grupo municipal Socialista, Sandra Gómez, y Compromís, Sergi Campillo, han defendido la moción inicial. Campillo ha manifestado la “preocupación vecinal por la política urbanística y de movilidad del nuevo equipo de gobierno, que afecta a la salud del vecindario”, ha asegurado; y ha defendido un modelo de ciudad “de barrios saludables, con menos contaminación, con espacio para la infancia, las personas mayores, con menos ruido del tráfico…” en contra del modelo de ciudad de María José Catalá, “un modelo –h asegurado- para perpetuarse en el poder, y el urbanismo es una herramienta para ello”.
Por su parte, Sandra Gómez ha subrayado que el anterior modelo urbano “era un modelo claro, que buscaba llevar la recuperación de espacio público a todos los barrios. Un modelo saludable para que llegara a todos los códigos postales, y que dejamos bien encauzado, pero que ahora se ha decidido dejar en un cajón”. Gómez se ha dirigido a la alcaldesa para afearle que cuestione “proyectos elegidos por jurados internacionales y profesionales reconocidos”.
Finalmente, el concejal de Urbanismo, Juan Giner, ha explicado que los modelos de ciudad del gobierno anterior “no son los mismos; ni sus planteamientos de desarrollo urbanístico; ni sus principios. Y, por ello, las premisas de desarrollo urbanístico son diferentes, y los resultados, también”.
Por eso, Giner ha planteado una moción alternativa, que es la que ha salido adelante con el apoyo del gobierno y el voto en contra de la oposición, “en la que –ha señalado- lejos de imponer el uso del tránsito en la ciudad y criminalizar diferentes formas de movilidad, promovemos la libertad de los vecinos, para que puedan elegir ser peatón, ir en bici, en patinete, en transporte colectivo o conduciendo su propio coche”.
Así pues, la moción aprobada supone “que los proyectos urbanísticos, ya sean en el marco de los presupuestos participativos o con asignación económica directa a los servicios gestores, ejecuten su desarrollo en su conjunto; y, complementariamente en base a la libertad del ciudadano para desplazarse por nuestra ciudad”. Asimismo, la corporación ha aprobado “que la escucha activa, la participación y el dialogo con los vecinos, asociaciones, comerciantes y entidades, sin exclusión alguna, sea elemento previo y necesario al abordar cualquier proyecto, así como las consecuencias del mismo y sus posibles alternativas de solución”. Y que “los proyectos urbanísticos sean analizados técnicamente en profundidad y no solo desde el marco de ideas antes de proceder a su ejecución, al objeto de optimizar los recursos económicos y atender las necesidades y peticiones de los ciudadanos, así como los posibles efectos secundarios que pudieran generarse”. Finalmente, la moción que ha salido adelante recoge “que el Consejo Asesor de Urbanismo se complemente en el tiempo y según sea necesario en todo su alcance y desarrollo”.
Finalmente, el Pleno ha aprobado el “rechazo a cualquier tipo y expresión de racismo en nuestra sociedad, y exigir el cumplimiento y respeto de los principios y reglas constitucionales –así como del resto del ordenamiento jurídico- que defienden la igualdad de todos los españoles sea cual sea su nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. La propuesta ha sido planteada por el equipo de gobierno (grupo Popular) como alternativa a una previa presentada por el grupo Socialista a raíz de unas declaraciones de la concejala de Vox Cecilia Herrero “que no representan la opinión de la ciudad, ni del Ayuntamiento de València”, según la moción inicial. La alternativa ha sido secundada por los concejales del gobierno, y rechazada por os grupos Socialista y Compromís.