El Consorcio de Museos prepara una muestra homenaje a Nicolás Borras para 2010
El Museo de Bellas Artes de Valencia acogerá esta exposición cuando se cumple el 400 aniversario de su muerte
El objetivo, según el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró “es realizar una interesante labor de investigación tras la cual podamos disfrutar de obras inéditas del artista. Con esta muestra lo que se pretende es recuperar la figura de este importante autor valenciano del siglo XVI y situarlo en el lugar que se merece, tanto dentro de la historiografía del arte valenciano como con el reconocimiento público de toda la sociedad ya que fue uno de los artistas más prolífico y significativo en nuestra comunidad”.
La exposición, que producirá el Consorcio de Museos, queda justificada porque desde que se publicó la monografía sobre el pintor y académico de San Carlos, Lorenzo Hernández Guardiola, en 1976, no se ha vuelto a prestar atención a Nicolás Borrás en la historia del arte desde el punto de vista de la investigación.
Sin embargo Borrás posee una ingente producción, una parte importante de la misma se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia, con obras maestras como La Sagrada Familia o el Retablo Mayor del Monasterio de San Jerónimo de Cotalba. Otras piezas importantes de Borrás que pueden verse en la pinacoteca valenciana son: el Retablo de los santos Pedro, Pablo y Santiago el Mayor; Retablo de San Bartolomé, San Francisco y San Antonio Abad o San Mateo y San Marcos.
Nicolás Borrás (Cocentaina, 1530 - Gandía, 1610)
Nicolás Borrás se formó con Juan de Juanes. Sacerdote desde temprana edad, educado intelectualmente en la capital del Reino, en 1576 decidió entrar como monje jerónimo en Cotalba (Gandía) convento que decoró con una gran cantidad de obra, entre ella el retablo mayor (1579).
Desde el último tercio del siglo XVI fue requerido su consejo en las grandes empresas artísticas valencianas, como la decoración de la Sala Nova de la Generalitat. Por otro lado trabajó para edificios tan emblemáticos como el Palau Real y el monasterio de San Miguel de los Reyes.
Su fama no cesó hasta su fallecimiento, recibiendo multitud de encargos para conventos e iglesias parroquiales. Con su trabajo Borrás logró enriquecer a su monasterio con grandes obras de arte.