El Consell Agrari Municipal lleva a cabo una campaña de desratización de las zonas de cultivos agrícolas
Los técnicos advierten de la importancia de no manipular las bolsitas de veneno, para no restar eficacia al tratamiento
El raticida no es perjudicial para las personas
Así lo ha explicado el Presidente del Consell y Concejal de Pedanías, Vicente Aleixandre, quien ha señalado que la campaña se realiza “velando por la sanidad y el interés de los agricultores”. A través de la entidad municipal, se están distribuyendo más de 5.000 kilos de raticida en bolsitas de 30 gramos de cebos envenenados. Al término de la campaña, se realizará una segunda fase, de 10 días de duración, para reponer los cebos en las zonas donde se haya detectado una mayor presencia de roedores.
El personal de la Guardería Rural es el encargado de realizar estas tareas, bajo la supervisión de los técnicos del Consell Agrari. A fin de evitar daños a la ganadería que utilizan tradicionalmente las zonas de huerta como pasto en régimen de tolerancia, los ganaderos locales han sido informados de la puesta en funcionamiento de esta campaña. Se han editado y distribuido más de 1.000 carteles autoadhesivos y 2.000 dípticos con recomendaciones sobre la campaña. Asimismo, se ha remitido abundante información a los Alcaldes Pedáneos, Síndicos, agricultores y medios de comunicación, además de a los centros escolares de las pedanías.
Hay que aclarar que el material envenenado no es perjudicial para las personas, pero la simple acción de manipular las bolsitas resta efectividad a la acción raticida, dado que impregna el veneno del olor humano y provoca el rechazo de los roedores. Se trata de un producto formulado a base de clorofacinina y posee un efecto anticoagulante de la sangre de los animales a los que se dirige.
Los roedores sin control se adaptan con facilidad a las condiciones que les rodean, y pueden llegar a criar hasta 6 veces al año con camadas numerosas desde 5 hasta 19 crías. Su continuo contacto con las zonas húmedas y de desechos, los convierte en focos infecciosos de numerosas enfermedades que pueden transmitir por contacto, excrementos y orina, mordeduras o a través de sus propios parásitos. De esta manera, pueden propagar enfermedades dañinas para las personas, como la rabia, el tifus, la fiebre aftosa, la triquinosis, la peste o la tuberculosis, entre otras.
Las bolsitas cebo se depositan en desagües, alcantarillas, balsas de decantación, charcos, basureros, acequias, solares abandonados, granjas y en todos aquellos lugares que indiquen los ciudadanos, mediante una llamada de alerta al Consell Agrari.