Congregaciones, parroquias y fallas celebran los “Siete Domingos en honor a San José” de forma especial en el Año Josefino convocado por el Papa
La congregación de San José de la Montaña en Valencia reza los dolores y gozos del santo cantados cada domingo, antes de la misa de las 17.30 horas
Parroquias y congregaciones de la diócesis de Valencia celebrarán, hasta el próximo 14 de marzo, los tradicionales “Siete Domingos en honor a San José”, en esta ocasión de una forma “muy especial” ya que nos encontramos en el Año de San José convocado por el papa Francisco.
También el mundo fallero se suma a esta celebración, como las fallas vinculadas a la parroquia del Santo Ángel Custodio de Valencia, que está dedicando cada uno de los “Siete Domingos” a una de estas comisiones y retransmite por Youtube la misa que se ofrece por todas las personas fallecidas y que sufren dificultades a causa de la pandemia de cada falla.
Desde la congregación de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, cuya Casa Generalicia está en Valencia, han destacado “la alegría de poder celebrar este Año de San José para difundir el amor al santo y todos sus valores, en relación a la familia, los esposos, la vida interior, los trabajadores, los seminaristas... Porque ser su devoto es maravilloso”, ha señalado Purificación Moya, vicaria general de la congregación.
De esta forma, mañana tendrá lugar el quinto Domingo en honor a San José “en el que antes de la misa de las 17.30 horas, en la iglesia del convento ubicada en la Avenida San José de la Montaña, 15, rezaremos uno de los siete dolores y gozos del santo, cantado con música, y acompañado de una reflexión especial”, ha indicado.
A lo largo de los “Siete Domingos” se contemplan las escenas de la vida de San José en el Evangelio y este quinto Domingo “estará dedicado a la huida a Egipto”. Además, al terminar, “invitamos a los asistentes a presentar sus peticiones”, según la vicaria general, que ha añadido que la celebración se realiza cumpliendo todas las medidas sanitarias.
Se trata de “una devoción que compartimos todos en la Iglesia, congregaciones y parroquias, siguiendo una costumbre introducida por los franciscanos en el siglo XIV para preparar la fiesta de San José, dedicándole los siete domingos anteriores a su fiesta, que tiene lugar el día 19 de marzo”.
Igualmente, el lema en 2021 es “Infundan a cuantos traten la devoción al bendito San José”, una frase dicha por la fundadora de la congregación, la beata Madre Petra.
Asimismo, la congregación celebra estos “Siete Domingos” en sus comunidades “desde 1902, cuando se fundó en Barcelona el Real Santuario de San José de la Montaña, el primero dedicado al santo en todo el mundo”, ha recordado la madre Purificación. Este año también se celebra el centenario de la Coronación Canónica de la imagen de San José que tuvo lugar el 17 de abril de 1921 en ese santuario.
Igualmente, el colegio Inmaculado Corazón de María de Valencia, regido por la congregación, está dedicando los “miércoles josefinos” a difundir la figura de San José en su alumnado “a través de la megafonía, para que los niños tengan la oportunidad de participar en la oración de los Siete Domingos” y la congregación dedica “el día 19 de cada mes, en las vísperas, un momento de lectura al santo, en este Año especial”.
El Santo Ángel Custodio dedica cada domingo a una falla del barrio
Por su lado, la parroquia del Santo Ángel Custodio de Valencia, en la calle Salamanca, 43, está celebrando los Siete Domingos de San José “de manera especial en el marco del Año Josefino propuesto por el Papa, invitando a las seis comisiones falleras del barrio a tomar parte, una cada domingo”, ha apuntado el párroco Virgilio González.
Así, este quinto Domingo de San José “estará especialmente dedicado a la falla Jacinto Benavente-Reina Doña Germana y representantes de la comisión participarán en la misa de las 13 horas, que será retransmitida a través del canal Youtube de la parroquia para facilitar la participación de todos los falleros”, ha indicado.
Desde 1847, siete domingos con indulgencia plenaria
En 1836, el papa Gregorio XVI concedió 300 días de indulgencia a todos los fieles que celebraran los “gozos y dolores de San José” en los seis domingos anteriores a su fiesta, e indulgencia plenaria en el séptimo con la condición de confesión y comunión.
Igualmente, el papa Pío IX concedió el 1 de febrero de 1847 indulgencia plenaria a cada uno de los “Siete Domingos de San José”, mientras se observaran las condiciones habituales de confesión, comunión, visita al templo y rezo por las intenciones del Papa.