Condenado a 9 años por abusar de su hijastra menor y maltratar a su familia
La sentencia, dictada por la Sección Primera, le condena además a no poder acercarse a menos de 200 metros durante 14 años a la menor de la que abusó, "ni a su domicilio, lugar de trabajo o donde se encuentre", y a pagarle 12.000 euros en concepto de daños morales.
El tribunal también le ha condenado a no acercarse a menos de 200 metros de su esposa y de los otros tres hijos de ésta por un periodo de al menos 4 años.
Los hechos se remontan a finales de 2006, cuando el acusado, que se había casado en segundas nupcias con una mujer de 30 años en febrero de 2002, comenzó a convivir con los cuatro hijos menores de edad, dos niñas y dos niños, que su esposa tenía de una relación anterior, y que por entonces contaban con 15, 14, 12 y 10 años.
Al poco de la llegada de estos últimos, las relaciones de convivencia comenzaron a deteriorarse con "discusiones y disputas entre todos ellos".
La sentencia considera probado que el hombre apenas un mes después del comienzo de la convivencia, le pidió a una de las niñas mantener relaciones sexuales, a lo que ésta accedió porque éste "la amenazaba de muerte e incluso, a veces, la pegaba".
El escrito relata que llegaron a mantener esas relaciones "hasta tres veces por semana en horas de colegio, en las que la niña se ausentaba de las clases, o a la salida del mismo", aprovechando que la madre estaba trabajando y que sus hermanos llegaban a casa más tarde.
Estas situación se mantuvo hasta julio de 2007, cuando la joven se negó a seguir con ese tipo de relación, y decidió abandonar el domicilio familiar con el resto de sus hermanos.
Ese mismo año, el matrimonio protagonizó una discusión en la casa en la que el hombre agredió a su mujer, mientras que poco después, estando un día con su esposa en el coche, le dijo: "Te voy a partir las piernas y así te sentirás como yo", ya que el acusado sufre una lesión en la columna vertebral que le obliga a usar muletas o silla de ruedas.
Por estos hechos se le impuso una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con su mujer y con sus hijastros, a pesar de lo cual éstos recibieron en tres ocasiones llamadas y mensajes telefónicos suyos.
Así, en febrero de 2008, el procesado, sabiendo que su esposa y sus hijastros se encontraban en el interior del domicilio en el que antes convivían todos, colocó una cadena en la puerta de la casa para que no pudieran salir, lo que les obligó a llamar a la policía para que la rompieran.
En el juicio, celebrado el pasado mes, el acusado negó en todo momento haber mantenido "cualquier contacto físico" con la menor.
