Compromís califica de indecente la decisión del Consell de privatizar la gestión de los hospitales de día de Salud Mental
El diputado y portavoz de Sanidad a las Cortes, Carles Esteve, ha denunciado hoy que la licitación de 36 hospitales de día de Salud Mental que prepara el gobierno del PP desde el pasado mes de mayo “esconde un regalito para que los de siempre se enriquezcan a expensas de la calidad de nuestros servicios públicos, en este caso en una cuestión tan delicada como la atención a la salud mental”.
Según explica Esteve “hemos sido conocedores que, recientemente, en un curso de formación ofrecido por la Generalitat, el director de la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Comunidad Valenciana, Bartolomé Pérez, anunció a los asistentes que los hospitales de día de Salud Mental que próximamente saldrán a licitación serán públicos de gestión privada, un calco del fallido modelo Alzira”.
Desde Compromís se califica esta cuestión como la más grave en la gestión de la Sanidad en el año que lleva el gobierno del PP. “Ahora sabemos más de los motivos de Mazón por no revertir el último hospital de gestión privatizada que queda, el de Elche-Vinalopó, a pesar de los nefastos resultados para la calidad de la atención a los pacientes y para las cuentas públicas. Ya tenían claro que iban a replicar el modelo con los hospitales de salud mental porque las empresas ligadas al PP han visto ahí negocio”.
Según Esteve “el PP es muy de intentar privatizarlo todo y de hacer negocio con todo, pero lo que no veíamos venir es que querían hacer negocio también de la atención a los trastornos mentales graves en los hospitales de día. Estamos hablando de hacer negocio de la esquizofrenia, del trastorno bipolar, del trastorno de la personalidad o incluso de hacer negocio con las depresiones más graves. Es indecente”.
El recorte de los recursos que están recibiendo los hospitales de día de salud mental en el año de gobierno de Mazón, revela como el PP vuelve a operar como siempre con la sanidad: degrada un servicio público que es necesario, que es imprescindible, en este caso un tan sensible como es la salud mental, para después justificar la privatización. Si Mazón y su gobierno tuvieran un poquito de decencia, al menos esto, la salud mental, tendrían que dejarla fuera del negocio”, ha concluido el parlamentario.