VALENCIA | ECONOMÍA Y NEGOCIO

El comercio de la sal fue una fuente de riqueza íbera en el interior valenciano

ELPERIODIC.COM - 13/11/2020

“En este artículo hemos intentado poner en valor un recurso, la sal, del que tenemos un marcado vacío de información en la Protohistoria. Hemos tenido la fortuna de poder documentar material ibérico cercano a algunas salinas continentales históricas requenenses, espacios explotados durante siglos. Nos interesa este hecho no solo por poder identificar la explotación, sino por poder insertarlo dentro de una perspectiva territorial y entender su papel dentro del patrón de asentamiento y las redes de movilidad durante la Edad del Hierro”, ha declarado Quixal.

El estudio, publicado en la revista SPAL de la Universidad de Sevilla, se inserta en la línea de investigación sobre el poblamiento ibérico en la comarca de Utiel-Requena desarrollada por el equipo de la profesora de la UV Consuelo Mata. En él se han estudiado cerámicas ibéricas –entre otros, restos de un calderón, tres tinajillas, una tapadera y una olla– encontradas en las Salinas de Jaraguas (Venta del Moro) y de Hórtola (Requena). Estas se podrían vincular con actividades como el lavado del producto, la ignición de la salmuera o el almacenamiento de la sal, o simplemente con los equipamientos de las comunidades ibéricas allí instaladas.

Según David Quixal, la producción de la sal generaría importantes recursos a las familias que habitaban los territorios de Kelin (Caudete de las Fuentes) e Ikalesken (Iniesta, Cuenca), debido a su conexión con la economía entorno a la ganadería. En este sentido, el hallazgo de una serie de representaciones pictóricas de ovejas y cabras como la del conocido Vaso de la Gigantomaquia de Kelin estaría en relación con que la presencia y la explotación de los recursos salinos favoreció el desarrollo ganadero de la zona, tal y como muestran los estudios de arqueofauna. Por otra parte, en el territorio de Ikalesken habría una importante mina de sal mencionada por autores romanos de la talla de Plinio el Viejo.

Respecto al comercio, estas salinas, entre las que se incluyen también Los Isidros y Villagordo, estarían relacionadas directamente con caminos y vados tradicionales, indispensables para la circulación de productos y el desarrollo de las redes comerciales. Además, la zona, con centenares de yacimientos de la época, tenía un poblamiento –distribución de núcleos habitados en un territorio– muy denso, complejo y estructurado alrededor del lugar central, la ciudad de Kelin. No obstante, los asentamientos salineros íberos probablemente fueron estacionales debido a la necesidad de altas temperaturas ambientales para la evaporación, es decir, durante los meses de verano.

David Quixal, especialista en Arqueología Ibérica, ha desarrollado numerosas campañas de prospección del poblado ibérico y romano a la comarca de Utiel-Requena y ha trabajado en varias excavaciones en el ámbito español e italiano, siendo actualmente el codirector de los trabajos arqueológicos al poblado ibérico del Pico de los Ajos (Yátova). El presente estudio se desarrolló dentro del marco de un contrato de investigación postdoctoral VALi+D de la Generalitat Valenciana (2015-2017) y se inserta de forma paralela en el proyecto de investigación del oppidum de Kelin y su territorio (Museo de Prehistoria de Valencia y la UV).

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