Científicos del IFIC resuelven un problema de décadas en física de neutrinos
CientÃficos del Instituto de FÃsica Corpuscular (IFIC) publican en Physical Review Letters la solución a un problema largamente discutido en fÃsica de neutrinos. Se trata de un teorema para desenmarañar el efecto engañoso producido por la Tierra en las oscilaciones de neutrinos y antineutrinos. Su aplicación en futuros experimentos ayudará a los cientÃficos a entender por qué vivimos en un universo de materia y no de antimateria.
Observando el fenómeno conocido como 'oscilaciones de neutrinos', la ciencia busca respuesta a por qué vivimos en un Universo de materia y no de antimateria, su réplica idéntica. Sin embargo, este proceso se ve afectado por la propia Tierra, hecha de materia, creando un efecto engañoso (fake effect) que se consideraba inseparable de la observación genuina de las diferencias entre materia y antimateria. Los investigadores del IFIC âcentro mixto de la Universitat de València y el CSIC, en el Parc CientÃfic de la institución académicaâ proponen un modo de 'desenmarañar' o separar ambos efectos, con aplicación en futuros experimentos como DUNE, en Estados Unidos, y T2HK, en Japón.
Los neutrinos son unas partÃculas elementales especiales: apenas tienen masa y rara vez interactúan con el resto de materia conocida. Abundan en una radiación aún no detectada producida en la época primigenia del Universo, y se cree guardan la clave de la asimetrÃa materia-antimateria, la explicación a por qué la materia se impuso a la antimateria para formar todo lo que vemos en el cosmos. Para estudiar esta cuestión, una de las más importantes de la FÃsica, se compara el comportamiento de neutrinos y su réplica de antimateria, los antineutrinos, producidos en aceleradores de partÃculas y detectados a cientos de kilómetros de su origen.
Durante ese viaje los neutrinos 'oscilan', se transforman entre los tres tipos que se conocen. Este fenómeno, conocido como 'oscilaciones de los neutrinos' y cuyo descubrimiento supuso el Nobel de FÃsica de 2015, se produce en el interior de la Tierra, ya que los neutrinos pueden atravesarla al interactuar muy poco con la materia que la forma. "Esto crea un efecto engañoso 'enmarañado' con la búsqueda del efecto genuino propio de la diferencia entre neutrinos y antineutrinos como si se propagaran en el vacÃo", explica José Bernabéu Alberola, profesor emérito de la Universitat de València y uno de los autores del trabajo junto a Alejandro Segarra Tamarit, estudiante de doctorado en el Departamento de FÃsica Teórica de la Universitat de València y en el IFIC.
"Los dos efectos, el genuino y el engañoso, se manifiestan del mismo modo entre neutrinos y antineutrinos, asà que parece imposible desenmarañarlos. Pero se pueden separar si se comportan de forma distinta bajo otras propiedades", argumenta Bernabéu. Ambos publican en Physical Review Letters un teorema de desenmarañamiento de los dos efectos, que poseen propiedades distintas bajo otras simetrÃas fundamentales de la FÃsica como la Inversión Temporal (T) y la combinada CPT (Carga, Paridad e Inversión Temporal), estudiadas anteriormente por Bernabéu en otros sistemas fÃsicos. Esto permite diferenciar el efecto genuino de las diferencias entre neutrinos y antineutrinos del efecto engañoso, puesto que este último presenta una ruptura de la simetrÃa CPT que no aparece en el genuino.
La primera consecuencia del teorema de Bernabéu y Segarra es que las componentes que identifican los dos efectos dependen de modo distinto de la distancia que recorren los neutrinos. Sin embargo, los experimentos que miden sus oscilaciones no pueden situar distintos detectores a lo largo de su viaje por la Tierra, sino que construyen un único detector a una distancia fija que oscila entre los 300 kilómetros del experimento T2HK y los más de 1.000 de DUNE. Lo que sà pueden medir estos detectores es la energÃa de la oscilación, esto es, la energÃa con la que llegan los neutrinos. AsÃ, en este artÃculo los investigadores del IFIC exploran la energÃa esperada para cada una de las componentes, la genuina y la engañosa, encontrando que, de hecho, es muy distinta, lo que proporcionarÃa una señal experimental para separarlas.
Este último resultado ha motivado un estudio detallado que los mismos autores publican en Journal of High Energy Physics, donde analizan esa dependencia energética y descubren el origen de su distinto comportamiento para la componente genuina y la engañosa. Los fÃsicos valencianos hallan una "energÃa mágica" en la que coinciden tres propiedades: el segundo máximo donde se producen las oscilaciones de neutrinos, que ofrece una cantidad apreciable de eventos para estudiar; anula la componente engañosa y proporciona un máximo de efecto genuino para obtener una evidencia directa de la ruptura de la simetrÃa entre materia y antimateria.
En los 1.300 kilómetros que separan el laboratorio Fermi, cerca de Chicago, y el detector en construcción en Dakota del Sur de DUNE, esa energÃa mágica es 0,91 GeV. "Esta 'energÃa mágica' es accesible y reconstruible en el experimento incluso con una precisión modesta en la determinación de su valor con una incertidumbre de 0,15 GeV", afirman los investigadores. Por otra parte, a energÃas superiores a este valor mágico domina la componente engañosa, y el signo de la diferencia observada entre neutrinos y antineutrinos ofrece la solución a otro problema aún abierto: la ordenación de los niveles de menor a mayor masa de los tres tipos de neutrinos. Con estos resultados es posible ahora realizar una simulación rigurosa del experimento y adaptar su diseño para observar si existe una diferencia fundamental entre el comportamiento de neutrinos y antineutrinos, algo en lo que trabajan los investigadores junto con el grupo del Instituto de FÃsica Corpuscular que participa en DUNE.